EL FUTURO DE LA ENSEÑANZA

La innovación educativa como humanización

El gran reto de la innovación educativa es que lo sea realmente y favorezca un verdadero cultivo del ser humano en aras de un futuro mejor

escuela innovadora

escuela innovadora / periodico

ANDREU IBARZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El siglo XXI nos debe permitir demostrar que la innovación más comprometida con la humanización es la educativa. Que la escuela y el sistema educativo se ponga al día -y esto viene de lejos- no está nada mal, pero, innovar para transformar la historia... Nos conviene, sin embargo, recordar que en el espíritu y la práctica escolar, frecuentemente, ya se ha constatado una determinada innovación educativa aunque el acento ha sido diferente según los momentos: el niño, el método, el currículo o el sistema. Hoy, su gran reto es que realmente sea educativa y, por tanto, que favorezca un verdadero cultivo del ser humano para garantizar un mejor futuro de todos.

Se trata de una innovación humanizadora con vocación personal, comunitaria y global que se vertebra a partir del nuevo paradigma del aprendizaje en cuanto a los ámbitos (conocer, hacer, vivir juntos y ser), la temporalidad (para toda la vida) y el marco (en una sociedad de la complejidad y la incertidumbre). Si entendemos que la clave de nuestro futuro está en este aprendizaje mucho más integral, continuo, holístico y adaptativo hemos avanzado mucho. Entonces el núcleo de la innovación educativa debe seguir siendo la persona. Por un lado, para favorecer una identidad sólida, con convicciones, orientación vital, dimensión ética. Que viva con ilusión y protagonismo el hecho de ser el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje y despliegue una voluntad apasionada por la formación y el crecimiento personal, profesional y como ciudadano para afrontar las transiciones que serán frecuentes y significativas (entornos laborales, culturales, tecnológicos, geográficos ...).

TRABAJO COMUNITARIO Y DE EXPERIENCIA

Uno de los peligros de la innovación es dar una importancia definitiva a los espacios y a los instrumentos. Los espacios son importantes pero podemos deslumbrarnos por su estética y, en el caso de los instrumentos, por su mecánica o eficiencia. En la innovación educativa -también- el tiempo es más importante que el espacio. Tiempo para las personas, los procesos, las escuelas o la formación de maestros. Pide una mirada muy serena a lo que está pasando, a lo que no pasa y a lo que debería ocurrir. Esto supone un trabajo comunitario y también de experiencia. La escuela debe formar parte de manera fehaciente y activa de un sistema y de una red que dé la posibilidad real de progreso y continuidad en el itinerario personal y, al mismo tiempo, posibilite también la atención a las múltiples diversidades y necesidades. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Uno de los peligros\u00a0","text":"de\u00a0la innovaci\u00f3n es dar una importancia definitiva a los espacios y a los instrumentos"}}

La innovación educativa implica del maestro una cuádruple estimación: amar la cultura como sabiduría; amar el arte de acompañar en el proceso de enseñanza-aprendizaje; amar la escuela -el reconocimiento de los compañeros, la institución y el sistema-; y una proximidad afectiva -amando desde el corazón- y esperanzada en los niños y jóvenes. Pero, ¿cómo hacer que los maestros y profesores sean profesionales de esta estimación tan compleja, tan amplia y tan continuada? Necesitamos personas extraordinarias. Por eso es muy importante no equivocarnos en la táctica sobre la búsqueda de los candidatos. Si la entrada o acceso a los estudios iniciales es muy pequeña ya tenemos un cuello de botella y la salida será ínfima. Conviene disponer de muchos candidatos para luego hacer un verdadero proceso de selección a una edad razonable y bajo unas competencias profesionales que incorporen sí o sí la excelencia.

CONSENSO SOCIAL Y POLÍTICO

Exige, también, un consenso social y político de los temas de fondo sobre la educación para que la verdadera innovación educativa no puede excluir una pacificación del sistema. Las cuestiones sobre el modelo de financiación, la presencia de las humanidades, el tipo de red escolar, la autonomía de los centros, la enseñanza del hecho religioso... Aplazar estos puntos es aguar anticipadamente la pretensión.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Una cuidada formaci\u00f3n\u00a0","text":"de\u00a0los maestros y profesores es la gran estrategia y la mejor esperanza"}}

La innovación supone, además de una nueva manera de hacer, incorporar los nuevos contenidos vinculados a los retos del desarrollo sostenible. Necesitamos compartir y hablar de la prospectiva, el futuro, el mundo que nos viene demográficamente, ecológicamente y socialmente. En efecto, integrar la inteligencia anticipatoria al currículo escolar. Y, al mismo tiempo, recuperar los marcos o los relatos fundamentales sobre la dignidad humana, los deberes y los derechos, la paz y la felicidad. El empoderamiento familiar es fundamental y que las universidades sean las mejores aliadas de esta innovación es básico. Pero seamos claros y eficientes: una cuidada formación de los maestros y profesores es la gran estrategia y la mejor esperanza.