Intangibles

Grecia pinta mal

EDUARDO MARTÍNEZ ABASCAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Más bien debería decir Syriza versus troika... pinta mal. A la postre los países no toman decisiones, las toman sus políticos. Eso sí, las consecuencias de las decisiones de los políticos griegos sí las paga Grecia, es decir todos los griegos.  Creo que conviene juzgar a las personas por lo que hacen y no por lo que dicen. Es un buen modo para no equivocarse mucho. Si aplico este principio a las negociaciones del Gobierno griego con la troika (ahora «las instituciones»), lo que veo es que la negociación es una mezcla de amenaza en primer lugar y distensión después; pero no se ven propuestas concretas para mejorar la economía griega.

Tampoco se respetan los plazos, quedan en presentar las reformas un día y se retrasan. Comentan unas cosas en Europa y otras distintas en casa. En fin, da la sensación de que no hay seriedad en la negociación o afán verdadero de pactar. Todo consiste en dilatar, con la esperanza en último término de que la UE «no dejará caer a Grecia pues sería un cataclismo para la UE y para el euro».

La realidad es que no sería un cataclismo para la UE. Grecia apenas supone un 2% de la economía de la zona euro (más o menos lo que Cádiz es a España). El impago del principal de la deuda está más que asumido, pues nunca se ha devuelto principal, o en otras palabras, la deuda pública griega no ha parado de subir. Esta antes estaba en manos de bancos alemanes y franceses y su impago podría haber tenido un impacto enorme en el sistema financiero de esos países y por ende de toda la zona euro. Pero hoy, la deuda está en manos de la troika que tiene recursos financieros ingentes

Por último las medidas adoptadas por el BCE justo días antes de las elecciones griegas han eliminado cualquier posibilidad de contagio de la crisis griega a los países del sur. Pienso que Varoufakis y Tsipras no son conscientes de que el escenario, ahora, no es el de 2012, donde una salida de Grecia del euro hubiera sido un más que serio problema. Y como resulta que las decisiones las toman personas, mi sensación es que los negociadores europeos están «personalmente» cansados del tira y afloja y que llegará un momento que dirán prouTsipras ahora ha cambiado al negociador (¿una táctica más?), pero mientras no cambie la sustancia, poco se progresará.

Por otra parte, las finanzas públicas griegas han empeorado desde el tercer trimestre de 2014, cuando en los meses anteriores iban a mejor. Y por último el gobierno de Syriza no quiere, y quizá no puede, tomar las medidas que le aconsejan sus acreedores. El resultado es que el juego del ratón y el gato se acabará y la troika dejará de prestar, y lo que es peor quizá el BCE deje de financiar a la banca griega. Esto llevaría irremisiblemente al corralito, a tener un banco nacional griego propio y a la salida del euro. Esto es lo que, en mi opinión, dicen los hechos. Veremos qué deciden las personas.