¿Decidir reformar la Constitución?

Aunque aparentemente había desaparecido en CiU el síndrome de estar en misa y repicando, no pasando lo mismo en ERC -que en función de los sondeos da o quita estabilidad parlamentaria- o en el PSC -que no da un mensaje programático nítido-, los diputados convergentes en el Congreso votaron hace solo tres meses abrir una ponencia para reformar la Constitución. Pasó prácticamente inadvertida, pero con 123 votos a favor, 182 en contra y alguna llamativa abstención -como la deGabriel Elorriaga, diputado del entorno de la FAES-, los diputados de CiU apoyaron una propuesta del PSC que parte de la «necesidad de adecuar las previsiones constitucionales sobre la organización del Estado», una necesidad derivada «de la sentencia del Tribunal Constitucional 31/2010» y especialmente de «los problemas de desarrollo del autogobierno, la financiación y el marco general de relaciones entre Catalunya y el resto de España».

Los votos de CiU dieron vía libre el 26 de febrero a una iniciativa que «apuesta por avanzar hacia un modelo federal» y que pasa por una reforma del Senado, clarificar las competencias entre el Estado y las autonomías o definir constitucionalmente el sistema de financiación. En el Parlament hay quienes no dejan margen de maniobra y generan cada día más incertidumbre, pero a la vista de las circunstancias cabría pensar que la federación nacionalista deja la puerta abierta a la España federal.

Si paradójicamente el PSOE se refundó en Suresnes abogando por «el derecho a la autodeterminación» de las «nacionalidades ibéricas», en CiU se mostraron abiertos a explorar otras vías hace apenas unos meses. Así pues, ¿qué será más probable: que el PSOE acabe admitiendo lo que votó en 1974 o que CiU considere que el amplio derecho a decidir finalmente pase por decidir reformar la Constitución?