Alta temporada

Hoy comienza el festival de teatro Temporada Alta, en Girona y Salt. Con un espectáculo de la factoría Ollé (Joan Ollé), una rehabilitación, hablando en términos arquitectónicos, de la primera caseta que ocupó la finca de este evento que se ha convertido en los años en una referencia ineludible del teatro internacional. Esta primera edificación, modesta, se llamaba Degustació y era una función hecha de retazos de textos relacionados con la gastronomía. Se estrenó en 1992 y fue el primer montaje de una inicial TA que ofrecía cuatro espectáculos de pequeño formato. ¡Cuatro!

Veintiún años después, los espectáculos son cerca de un centenar y aquella aventura minúscula y muy voluntariosa ahora es una estructura sólida, atrevida, moderna y diversa, que une los esfuerzos públicos y privados para ofrecer una programación de calidad indiscutible, con los grandes nombres de la escena europea, los emergentes sudamericanos y muchos creadores del país.

Ollé, con su renovada 'Degustació' (es una intervención sugestiva, evocadora pero no nostálgica: construye un edificio nuevo, como quien dice), también rinde homenaje a otra eclosión impensable a principios de los 90, la del Celler de Can Roca. Cocina y teatro se alían en una idea que no se aleja del programario original: el elogio continuo de la evanescencia, la persistencia coriácea de lo fugaz, de lo que solo se atrapa con la sabiduría de los sentidos.