La entrevista // Paul Preston, Historiador

Paul Preston: "No percibo que Catalunya vaya de víctima"

El prestigioso hispanista británico dirigirá el Observatori Catalunya Món, cuyo objetivo es promover Catalunya en la esfera internacional. Este catalanófilo está feliz con el encargo

EVA PERUGA

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Paul Preston (Liverpool, 1946) es un historiador con mayúsculas que reivindica, tras más de 40 años de estudio, "intentar aprender". Nos ha explicado en sus libros los entresijos de la España contemporánea. De esa España dividida. Tal vez por eso, saluda iniciativas unitarias como la del Patronat Catalunya Món, de la London School of Economics and Political Science y de varias entidades para proyectar la realidad catalana. Una realidad que es capaz de explicar en un catalán perfecto.

--¿Pasa la prueba del algodón: pa amb tomàquet, el Virolai, 11 de Setembre...

--Soy un principiante.

--Lo decía porque un inglés de Liverpool para dirigir el Observatori Catalunya Món... ¿raro?

--Ya que no hay otro Observatori, el que lo dirija un catalán o un americano o lo que sea es raro. Es raro porque es el primero.

--¿Igual es para dar ejemplo y que de una vez aprendamos inglés?

--Espero que no. La globalización del inglés ha sido una cosa positiva para el mundo financiero, pero dañina para la cultura de los países, entre ellos, Gran Bretaña.

--El Observatori venderá Catalunya.

--Por una parte, es evidente que Catalunya tiene cosas para exportar: moda, cocina, productos naturales, incluso en medicina hay muchas cosas de alta tecnología. La idea es que fuera de España se entienda mejor no solo lo positivo de Catalunya, sino también sus dificultades y problemas. Nadie de fuera se da cuenta, por ejemplo, del problema de que la identidad de Catalunya, por razones obvias, está ligado a la cuestión de la lengua; la cultura se basa en la lengua. Del hecho de que haya tantos países mucho más pequeños que tienen idiomas reconocidos por la UE y que el catalán, que se habla en varios países, no esté reconocido.

--Y el Observatori lo explicará.

--El Observatori tendrá dos funciones. Por una parte, explicar Catalu- nya al mundo. No tendremos una columna diaria en los tabloides, es una cosa que va a llegar a un público un tanto selecto, pero creo que es importante. Otra cosa de la que se ocupará nuestro personal es de hacer análisis económicos que puedan ayudar a fomentar inversiones en Catalunya o a la comunidad econó- mica aquí.

--¿Y el triplete del Barça, lo venderá?

--Eso se vende solo. Una de las cosas que nos estamos planteando hacer es un estudio serio sobre el peso eco- nómico y social del Barça. Representa algo muy importante, un modelo de propiedad de un club de fútbol. Diferente de la fórmula de encontrar un multimillonario para comprar el éxito, como en el Chelsea.

--¿Existe la marca Barcelona?

--Es increíble la popularidad de Barcelona fuera. Es la Pedrera y la Sagrada Família. Es eso y el Barça, la cocina, la hospitalidad de la gente.

--¿Desde fuera se nos ve diferentes de como se nos ve desde España?

--Hay una diferencia tremenda. La hostilidad con que se ve a Catalunya en muchas partes de España no tiene igual en el resto de Europa. Cuesta trabajo explicar fuera los problemas económicos que hay, las diferencias fiscales, de inversiones respecto del resto de España. Pero lo intentaremos.

--¿Vamos de víctimas?

--La idea de que Catalunya va de víctima la he oído mucho en el resto de España. No he tenido la sensación de que Catalunya vaya de víctima.

--¿Y la desafección, la ha notado?

--He notado muchísima más hostilidad en otras partes de España hacia Catalunya que al revés. Hemos hecho estudios de la prensa catalana y española y hay mucha más hostilidad por parte de la española. Desde fuera hay una visión tan diferente de la que hay desde dentro... Desde fuera veo cosas positivas en España y en Catalunya. La más negativa es la increíble división que hay entre españoles, incluso entre catalanes. Para mí --como unguiri que no sabe nada--, si el gran hándicap de Catalunya son sus problemas con España lo lógico es unirse, presentar al resto de España una cara lo más unida posible. Los partidismos priman.

--Es usted un gran conocedor de la figura del Rey. ¿Nos ve muy monárquicos, a los catalanes?

--Habría que definir qué es monárquico. Si monárquico es alguien que se cree toda la mística del trono y el derecho divino de la persona por ser de la dinastía y por la continuidad de la línea y todo eso, entonces, mo- nárquicos de ese estilo, puros, hay muy pocos. Poquísimos en Inglaterra, en España y menos en Catalu- nya. Los que están contentos con tener al Rey como jefe del Estado son la mayoría. La mayoría de los espa- ñoles, sin pensarlo, aceptan pasivamente la monarquía. En este sentido, son monárquicos porque prefieren tener una jefatura del Estado por encima de los partidismos. Y el Rey se ha mostrado por encima de esos intereses. Es un gran factor para la estabilidad.

--¿Sin Rey no habría estabilidad?

--España ha tenido una experiencia de la cual no se ha recuperado. Igual de aquí a 50 años, vaya usted a saber. No se puede separar el papel del Rey de todo el movimiento de la recuperación de la memoria histórica. Preside un país roto y dividido por la crispación que viene de la guerra y de la dictadura.

--Así, su sueño es...

--Que el Everton, mi club de fútbol, vuelva a ser lo que era.