entrevista

Gus Van Sant: «El cine funciona como la comida basura»

El director de cine Gus Van Sant, de quien esta semana se ha estrenado 'Tierra prometida'.

El director de cine Gus Van Sant, de quien esta semana se ha estrenado 'Tierra prometida'.

NANDO SALVÀ / Madrid

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Su nueva película,Tierra prometida, es lo que conocemos como cine social. Protagonizada y coescrita por Matt Damon, medita sobre la fracturación hidráulica ofracking, método cada ve más popular y controvertido para la extracción subterránea de gas natural.

-¿Qué piensa del fracking?

-No tengo una opinión clara ni creo que haga falta porque enTierra prometida elfrackinges solo un telón de fondo. En realidad, la película lamenta un tipo de comportamiento corporativo que va más allá de esa práctica. Sin ir más lejos, existe también en Hollywood. Los estudios están dispuestos a gastarse 400 millones de dólares enEl hobbitpero les cuesta muchísimo invertir enTierra prometida, que es una película mucho más educativa. La industria del cine funciona como la de la comida basura.

-¿En qué sentido?

-Porque ambas se basan en el siguiente razonamiento: ¿cuál es el nivel mínimo de nutrición que estamos obligados a ofrecer para obtener a cambio el máximo beneficio? En McDonald's producen comida muy mala pero muy barata, por eso la gente la consume en masa y entonces la empresa obtiene grandes beneficios. Hollywood produce entretenimiento barato, que no tiene valor ni hace ningún bien a la gente. Y la dieta cinematográfica del público se basa precisamente en eso. Es triste.

-Entonces, ¿se siente un outsider?

-Hasta ahora siempre me había preocupado únicamente por hacer películas que me resultaran interesantes ante todo a mí mismo, sin pensar demasiado en su potencial comercial. Nunca quise hacer películas que fueran mero entretenimiento, que es precisamente todo cuanto los estudios quieren hacer. Sin embargo, he empezado a entender a los cineastas que piensan también en términos comerciales. Siempre he hecho cine con el fin de demostrar que hay otras formas de hacerlo, para cambiar las cosas. ¿Pero cómo vas a cambiarlas si nadie ve tus películas?

-¿Significa eso que ahora estaría dispuesto a dirigir un blockbuster?

-Me gustaría, pero supongo que si me lanzara a hacerlo me sentiría como un pez fuera del agua. Además, nunca me han ofrecido un blockbuster. Mi valor para la industria siempre ha sido que, por algún motivo que desconozco, algunos muy buenos actores quieren trabajar conmigo, y los productores se dan cuenta de que si me contratan a mí entonces también podrán conseguir a esos intérpretes. Recuerdo que en su día me ofrecí para dirigirCrepúsculo, pero no pudo ser.

-¿Qué pasó?

-Pues, que no supe venderme y al final escogieron a algún otro director que sí supo hacerlo. En el pasado, si habías hecho buenas películas eso bastaba para que quisieran contratarte. Los ejecutivos de los estudios esperan que vayas a las reuniones, organices un pequeñoshow delante de ellos y les hagas sentirse bien por escogerte. Y, en ese sentido yo siempre he sido un rebelde. Ésa es la diferencia entre Matt Damon y yo. Él es deseable para la industria del cine, y yo no lo soy.

-Tanto Matt Damon como Ben Affleck lograron hacer despegar sus carreras tras escribir y protagonizar El indomable Will Hunting, que usted dirigió. ¿Se siente responsable, en parte, de su éxito posterior?

-No sé si debería adjudicarme parte alguna del mérito. Es cierto que logramos financiar la película gracias al éxito que yo había tenido con títulos comoDrugstore cowboy, pero me limité a seguir las directrices del guion que escribieron. Sinceramente, cuando pienso en sus carreras siento más envidia y competitividad que orgullo.