Enrique Gato: «Hacemos milagros con nuestros presupuestos»

Detrás de Atrapa la bandera y, por supuesto, Las aventuras de Tadeo Jones se encuentra una brillante mente pensante que ha conseguido revolucionar el universo de la animación española en tiempo récord. Enrique Gato (Valladolid, 1977) comenzó trabajando en el sector del videojuego a mediados de los 90, pero sintió la necesidad de abandonar ese mundo para lanzarse a desarrollar sus primeros cortometrajes. A partir de ahí, una carrera de obstáculos que ha sabido sortear a base de trabajo, tesón y una visión clara de las cosas. ¿El John Lasseter español?

-Estará harto de que le pregunten si su mayor influencia es Pixar.

-Es que ellos son el espejo donde nos miramos todos los que nos dedicamos a la animación. Han conseguido algo básico como es equilibrar a la perfección acción, aventura y emoción, que son los tres pilares fundamentales de todo.

-También que la animación interese a adultos y a niños. 

-Sí. Gracias a ellos el cine de animación logró quitarse ese complejo de ser solo para niños y consiguió involucrar a los adultos.

-Algo que han intentado que esté presente en Atrapa la bandera.-Hemos intentado hacer una película muy familiar y creo que va a gustar a todo tipo de público. Porque está presente el espectáculo más épico y visual que se te queda clavado en la retina, pero también hay un componente emocional muy fuerte a través de la historia que cuenta.

-¿La animación en España necesitaba el impulso de taquilla que tuvo Tadeo Jones para que despegara definitivamente?

-Sin ninguna duda. Durante muchos años se han estado haciendo películas de animación, pero quizás faltaba algo rotundo. Tadeo consiguió muchos hitos. Fue la primera película de animación española que generó una saga y se convirtió en un modelo exportable a seguir. Abrió un melón que llevaba mucho tiempo queriendo explotar, y por fin en mundo del dinero se dio cuenta de que se podía invertir en él.

-Usted ha creado su propia compañía, el estudio Lightbox. 

-Fue una tarea titánica, porque coincidió cuando empezábamos Tadeo Jones. Las dos cosas al mismo tiempo. Fue la primera vez de muchas cosas, y es inevitable que te equivoques, porque no tienes modelos previos, pero hemos ido aprendiendo sobre la marcha, cogiendo confianza y seguridad.

-Y todo esto lo han conseguido en tiempos de crisis…

-Sí, en tiempos de crisis y con muy pocas ayudas institucionales. Ese es el hito de verdad, conseguir levantar algo cuando todo se está desmoronando. Nosotros estrenamos el IVA cultural con Tadeo Jones, y fue un duro golpe, no sabíamos cómo el espectador iba a reaccionar. Y era algo contra lo que no podíamos luchar. Al final, lo que podemos decir es que hemos ido contra viento y marea y aun así hemos logrado ir creciendo y asentando los modelos de producción. Sobre todo porque hacemos milagros con los presupuestos que tenemos, una décima parte de cualquier película de Hollywood. No me extraña que los americanos sean los primeros sorprendidos y ahora seamos nosotros los que estamos en su punto de mira.