CRÓNICA

Orishas vuelven al barrio

El grupo cubano reapareció en Razzmatazz, ocho años después de su última visita, cargado con sus hitos de hip-hop y son y adelantando material de su próximo disco

orishas

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JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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La nueva música urbana que viene del sur se está convirtiendo en una forma de nuevo pop global, pero mucho antes de que esto ocurriera estaban Orishas, a quienes podríamos calificar de precursores de la moderna latinidad y cuyo primer disco, 'A lo cubano', abrió una jugosa vía de fusión de hip-hop y son allá por 1999. Congelado el trío durante siete años, regresó en el 2016 y dispone de un nuevo disco listo para ver la luz este otoño, del que hizo algunos avances este sábado en Razzmatazz.

Sorprendió ver la sala llena para ver a este grupo ausente durante tanto tiempo de los escaparates promocionales. Y de nuestros escenarios: su última visita fue en el 2009, cuando actuó en el Poble Espanyol en tándem con los entonces emergentes chicos de Calle 13. Público entusiasta que acogió como héroes a Roldán González, Ruzzo Medina y Yotuel Romero tan pronto entraron en escena a bordo del clásico 'Represent', toda una declaración de intenciones en la que hablan de fundir guaguancó y funk sin olvidar nunca los orígenes: “mis ancestros, tos’ mis muertos”.

Con Beatriz Luengo

Arropando a los tres titulares, un ‘dj’ suministrando bases y dos metales y un percusionista vistiéndolas con ropas latinas y algún reflejo jazzístico. Fluyó en la sala un cancionero jaleado al instante: 'Hay un son', 'Atrevido', 'Mistica'…  Y pequeñas incursiones en el material nuevo, ese 'Sastre de tu amor' que muestra su perfil más romántico, y esa especie de bolero que han cocinado, según dijeron, con Chucho Valdés y en el que salió a cantar Beatriz Luengo, que es la pareja de Yotuel.

Más allá de su ingenio y su inventiva a la hora de fundir géneros y herencias culturales en artefactos sencillos, de tacto invasivo, entre las propiedades de Orishas figura una noción cálida del hip-hop, con sombras de melancolía en melodías y ambientes. Piezas como 'El kilo', sensuales y alejadas a la idea del rap de dientes apretados.

En un flanco más duro hay que mencionar 'Al machete' y esa resultona versión tropical de 'Seven nation army', de The White Stripes, que se abrió paso en el tramo final del concierto. Razzmatazz, en ebullición, siguió coreando estribillos y terminó volcándose en un '¿Qué pasa?' con vistas al barrio. Pero en el bis aún hubo espacio para otro momento de lirismo en 'Cuba, isla bella', sentido homenaje a su tierra. Una canción que el grupo grabó el año pasado con cómplices como Gente De Zona, Isaac Delgado y Leoni Torre, y con la que Luengo volvió a subir a escena para acompañarles. En tiempo de reggaeton y trap, Orishas demostraron que tienen cosas que decir y que no les da miedo ponerse un poco sentimentales.