Nueva guerra entre el Gobierno y el cine

El Gobierno y el sector del cine han abierto un nuevo capítulo de su eterna guerra. El Consejo de Ministros aprobó una partida de 30 millones de euros para pagar la deuda que tenía pendiente con los productores que estrenaron películas en el 2012. Estas ayudas a la amortización consisten en subvenciones a filmes que han cumplido varios requisitos, como obtener un determinado número de espectadores. La cifra, sin embargo, se queda muy corta respecto a la que reclamaban los productores: unos 42 millones de euros. El ministerio de Cultura aseguró que, más adelante (sin especificar cuándo) se aprobará un crédito adicional para que la cantidad global que se pague sea de unos 39 millones.

"El Estado tiene que cumplir la ley" aseguró el presidente de los productores (FAPAE), Ramón Colom, para quien la escasez y el retraso en las ayudas implicará la parálisis del sector y la quiebra de varias empresas. "Es evidente que están destruyendo el cine a marchas forzadas. Esto es un palo. Y lo siguiente será otro palo", criticó el presidente de la Academia, Enrique González Macho. En su opinión, la decisión del Gobierno de aprobar solo una partida de 30 millones en lugar de los 42 que el sector reclama es una pésima noticia para una industria, que sufrirá, entre otras cosas, la desconfianza de los bancos a la hora de conceder los créditos necesarios para rodar una película.