Ideas

La ceja de Zapatero

JOSÉ MARÍA SANZ

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La lucha contra el franquismo hizo que muchos nombres de la música, el cine y la creación cultural coincidieran en el apoyo mayoritario a los partidos de la izquierda. La transición les convirtió en auténticos referentes sociales de la lucha antifranquista. La llegada del PSOE al poder les llevó a su punto más alto de popularidad creando el tópico de que la izquierda y el mundo de la cultura iban de la mano.

La siguiente generación fue vista a sus ojos como frívola y hedonista, falta de compromiso y de militancia probada. Quien habiendo perteneciendo a la suya decidía no beber de la mano del nuevo orden fue condenado al ostracismo. Con la llegada del Partido Popular al gobierno creyeron que la historia les reclamaba de nuevo. Por eso, cuando en el año 2004 la izquierda volvió a la Moncloa, no tardaron en dejarse ver junto aZapatero recomponiendo filas con nuevas caras, conjurándose como poder cultural en la sombra.

Su influencia en el Ministerio de Cultura, en la SGAE o en la Fundación Autor era más que evidente. Pero la crisis mundial se llevó por delante al Gobierno socialista y la todopoderosa SGAE estalló en pedazos dejando a la vista la corrupción y los nombres de ilustres favorecidos. Lo normal en estos casos.

Ahora que la industria cultural y los creadores vemos cómo el expresidenteZapateronos ha vendido a las operadoras, alegando la presión del entorno (aunque hizo caso omiso del entorno cuando se le recriminaron los recortes sociales o la reforma de la Constitución), nos ha dejado sin protección, lavándose las manos y regalando a las operadoras el negocio de la piratería, somos muchos los que nos preguntamos por qué los defensores del santo grial de la izquierda hacen mutis por el foro.

Aunque lo más preocupante no es eso precisamente, sino que, tras toda una campaña orquestada por las operadoras bajo mano con la libertad en la red como argumento, estas hayan conseguido llegar a un Consejo de Ministros, paralizar una ley y ganar la partida, pero sin bajarnos a los ciudadanos el precio de la ADSL. Así nos va.