La sorpresa fantástica de Leonmanso

La Fira de Música al Carrer de Vila-seca, consolidado escaparate de la música emergente, tiene este año una atractiva presentación en Barcelona que cuenta con la actuación del cantautor menorquín Leonmanso, esta noche, en la sala BeCool. "A lo largo de mi trayectoria he experimentado constantes sorpresas fantásticas como esta", asegura, feliz, este atípico y entrañable artista de Ciutadella.

Llorenç Marquès (su nombre real) asume y hasta comulga con la definición que se ha hecho de su estilo: freak-folk. "La necesidad de poner  nombre a todo forma parte de nuestra sociedad. De hecho, todos acabamos etiquetando, aunque sea una foto de Facebook".

En su rico universo, todo es posible. "Es lo que pasa cuando te dejas llevar. Cuando empiezo a escribir, nunca sé cómo va acabar".

Sus canciones hablan de simpáticas moscas, personas con piernas de papel, marineros que no saben nadar… ¿Cómo surgen estas temáticas? Atención a la respuesta, a modo de pinceladas biográficas: "Mi madre me trajo al mundo con 48 años. Tengo tres hermanas y un hermano, todos mayores. Mi familia tenía una tienda de juguetes y disfraces. Con 10 años una hermana me dejó ver 'El resplandor'. Casi todas las mañanas me despertaba con la música de Bob Dylan, Beatles y Lou Reed sonando a toda hostia en la habitación de mi hermano, quien me mostró quienes eran Stanley Kubrick, Charles Chaplin y Rage against the machine. Aunque yo seguía combinándolos con Vanilla Ice y New kids on the block. He crecido acompañado de perros y gatos. Y cuando los domingos le decía a mi madre que ya podía ir a misa solito, me escondía en la carpintería adosada de mi padre y escuchaba Living Colour en su tocadiscos, rodeado de discos de zarzuela. Las temáticas de mis canciones viven conmigo".

Vuelo directo

En el 2011 Leonmanso publicó 'Rinosaure'. Y ahora anda inmerso en la preparación de otro disco, con Quim Torres (de Delên) como productor. "Un amigo de la infancia y una persona que ama la música en todos los sentidos. Cuando me propuso grabar con él, no lo dudé". Este futuro disco será "un homenaje a los músicos que hicieron que cogiese la guitarra". "Me he dejado llevar por las canciones, por la sensación de no elegir cómo quería que sonaran, esperando que acabasen conectándose entre sí en una única sensación sonora. Si mi primer disco era como un viaje en avión con distintas escalas, en este el vuelo es directo".

El aterrizaje, eso sí, no dejará indiferente. "Quien lo escuche podrá imaginarse a dos abuelitos bailando agarrados alguna de sus piezas, a Trent Reznor haciendo un remix de otra, e incluso a Peret dándolo todo, a 200 megabytes por segundo", adelanta, entre risas.