Assen, la 'catedral' del motociclismo mundial

El Mundial de motociclismo visita la catedral. El circo de las dos ruedas cumple su octava parada de la temporada en el único trazado que no ha dejado de formar parte del calendario internacional desde que, en 1949, arrancase el Mundial de velocidad. Es más, hay carreras desde 1925, cuando una improvisada y peligrosa pista, de 28 kilómetros, unía las poblaciones de Borger, Schoonloo y Grollo.

Assen, el pueblo que acoge el certamen de velocidad, albergar lo que, popularmente, es conocido como el TT, es decir, el Duch TT, el TT Assen o, simplemente, el Tourist Trophy, nombre que heredó de otra no menos legendaria y popular carrera, la que se disputa cada año en la isla de Man y en la que, normalmente, siempre se producen accidentes mortales, ya que la pista, al margen de discurrir por las calles de varios pueblos, entre árboles, casas y definida por los bordillos, cuenta con pilotos veteranos que mantienen su espíritu competitivo en una carrera muy, muy, peligrosa.

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LA EVOLUCIÓN DEL CIRCUITO

A Holanda llega el campeonato después de que la pista holandesa pasará por varios cambios a lo largo de su dilatada y preciosa historia. Aquel viejo trazado, de 28 kilómetros, pasó a ser permanente, en 1955, pero ya reducido a 7.705 metros y, desde 2006, ya es solo de 4.750 metros, rodeado, eso sí, de verde, prados y montañitas, tipo campo de golf, donde se colocan los miles y miles de aficionados, de todo centro Europa, que se citan en el fin de semana de la ‘catedral’.

Todo el mundo recuerdo el TT como la carrera que se celebraba los sábados, pero, desde el pasado año, ya se corre el domingo. La razón por la que se corría el sábado no está muy clara y los historiadores de las dos ruedas defienden, casi por igual, dos argumentos. Uno, que el viejo trazado pasaba junto a la iglesia del pueblo y al ser una población muy católica, no se podía interrumpir la misa dominical y la carrera se celebraba el sábado. Y, la segunda versión, dice que la auténtica razón era que el domingo se celebraba la gran feria del ganado y, por tanto, no se podía correr ese día.

CUATRO GANADORES DISTINTOS

El Mundial de MotoGP llega a Assen metido en un puño, con los cinco mejores pilotos del mundo separados por solo 28 puntos, es decir, poco más de una victoria (25 puntos) y cuatro ganadores distintos: Maverick Viñales (Yamaha: Catar, Argentina y Francia), Marc Márquez (Honda, EEUU), Dani Pedrosa (Honda, Jerez) y Andrea Dovizioso (Ducati, Italia y Barcelona).

La categoría reina, además, vive pendientes de los neumáticos, de la diversidad de compuestos y construcciones que maneja Michelin en cada gran premio y, sobre todo, del rendimiento dispar que producen esas ruedas en las distintas motos, pues jamás, en los siete grandes premios que se llevan disputados, la marca francesa, a la que todos elogian por su esfuerzo, ha contentado a todos los pilotos, provocando, sobre todo en el caso de Yamaha y Honda, múltiples quejas por su rendimiento.

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POLÉMICA CON LOS MICHELIN

Maverick Viñales puso el grito en el cielo, hace quince días, en Barcelona, por el pésimo rendimiento de sus ruedas, mientras su compañero de equipo, Valentino Rossi, dijo que el problema era la moto. Marc Márquez contó, un día después, tras el test que siguió al GP de Catalunya, que la rueda delantera que había probado ya era “perfecta” y cambiaba totalmente “para bien” el comportamiento·de su Honda, mientras Dani Pedrosa decía que él no notaba “nada diferente”.

Y en ese lío de las ruedas, el único componente de la moto que toca el asfalto y, por tanto, vital, se mueve el Mundial, pendiente de qué compuestos y tipo de diseño de neumáticos desplaza Michelin a cada circuito. Al menos en el Tourist Trophy de este año no se espera la típica lluvia de la zona, pues el calor hoy, en la campiña holandesa, es duro, playero, casi español.