Los Juegos Olímpicos de invierno

La ilusión del pionero

Mirambell compite en sus segundos Juegos para mejorar de largo su 24º puesto del 2010

JOAN CARLES ARMENGOL

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Fue famoso en su día por presentarse en sus primeras pruebas con unas zapatillas artesanas con unos ralladores de queso y papel de lija en la suela para no resbalar en el hielo en las salidas. Hoy y mañana, Ander Mirambell va a competir en sus segundos Juegos Olímpicos con unas zapatillas que una firma catalana, Munich, ha diseñado especialmente para él. «Si los alemanes pueden competir con sus Adidas, nosotros lo haremos con zapatillas catalanas», asegura Ander Mirambell con la determinación con la que un día del 2006 decidió embarcarse en una aventura de incierto final.

El skeleton (un trineo ligero con una forma con ciertas silimitudes al esqueleto humano) es una modalidad de hielo que no había tenido nunca un participante español en unos Juegos. Mirambell fue un pionero en Vancouver 2010, donde fue 24º, y ahora afronta sus segundos Juegos con un acopio de experiencia importante que le hará mejorar, sin duda, ese puesto.

A 130 por hora

Mirambell realizará hoy sus dos primeras bajadas (13.30 y 15.00 horas) y mañana, las dos restantes (15.45 y 17.15) en un recorrido que conoce bien (1.500 metros de largo, 17 curvas, dos secciones en subida para ralentizar un poco y una velocidad máxima que puede superar los 130 kilómetros por hora) y ante 26 rivales a muchos de los cuales ya ha ganado. Él describe sus objetivos de una manera muy gráfica: «Mejorar el 24º lugar de Vancouver sería un aprobado; el notable sería un top 20, y quedar entre los 15 mejores ya sería un excelente».

Lo que no varía es la ilusión del pionero, que ha mantenido en estos últimos ocho años, desde que dejó el atletismo para estirarse sobre una pequeña tabla, con la cabeza por delante, para afrontar el sueño de ser olímpico y, una vez conseguido, el de mejorar constantemente y estar entre los mejores.

«En estos cuatro últimos años no han salido los resultados que queríamos, pero el trabajo me ha hecho madurar como deportista. Entrenarme dos años con el equipo británico, uno con el suizo y viajar este año con el austriaco ha sido un verdadero máster de skeleton para mí. En este año ya se han visto detalles de que podemos estar más arriba. Hice dos buenas bajadas en Saint Moritz [fue 16º y 17º] que me clasificaron para los Juegos, gané varias veces al campeón de Vancouver y una vez logré la séptima velocidad punta de todos los participantes. Si somos capaces de evolucionar el material y mejorar el pilotaje, en los próximos años pueden llegar resultados interesantes», dice el pionero Mirambell, que cumplirá 31 años este lunes.