El nuevo escenario europeo

Otra excepción francesa

Francia gira a la izquierda en una Europa anclada en la derecha Los socialistas controlan el poder presidencial, local, regional, el Senado y solo les falta la Asamblea

MARTA LÓPEZ
PARÍS

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La batalla por las legislativas de los próximos 10 y 17 de junio ya ha empezado. Y ha empezado donde en 1789 se libró la batalla más importante de la historia de Francia: en la plaza de la Bastilla. Allí, ante decenas de miles de personas, y pocas horas después de ser elegido, François Hollande llamó a«seguir luchando»,a «dar la mayoría al presidente de la República». Una mayoría de izquierdas. Para vestir a Francia íntegramente de rojo en una Europa de azul. Otra excepción francesa.

La Asamblea Nacional es el último combate que le queda por librar al Partido Socialista (PS). Vuelve al Elíseo después de 17 años. Volverá a Matignon a partir del 15 de mayo. Tiene ya la mayoría del Senado y de los departamentos. Controla todas las principales ciudades menos tres -Burdeos, Niza y Marsella-, 20 de las 22 regiones. Solo falta la Asamblea.

Tras la victoria socialista en las presidenciales, Francia será el único de los grandes países de la Unión Europea en manos de la izquierda. Los franceses han hecho el viaje inverso al que hicieron en su día españoles y británicos, que desalojaron del poder a los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Gordon Brown desgastados por la crisis, para entregarse a la derecha de Mariano Rajoy y David Cameron.

Berlusconi y Merkel

Italia se sacó de encima a Silvio Berlusconi y se encuentra en un limbo ideológico, en manos de un Gobierno de tecnócratas presidido por Mario Monti, del que los partidos tradicionales no quisieron saber nada.

En Alemania manda la cristianodemócrata Angela Merkel desde el 2005. En el 2009, en plena tormenta financiera, no solo revalidó su victoria, si no que amplió su mayoría. Pudo prescindir de los socialdemócratas con los que hasta entonces había formado una gran coalición.

Países más pequeños como Portugal e Irlanda -los dos intervenidos por la UE- también sustituyeron a sus gobiernos progresistas por conservadores. Y los griegos acaban de hacer explotar por los aires los partidos tradicionales y la alternancia que ha caracterizado la vida política en el país desde la restauración de la democracia, en 1974.

Los socialdemócratas europeos ven en el vuelco francés el inicio de un giro a la izquierda en el continente. También Jack Lang, exministro de Cultura de François Mitterrand y figura histórica del socialismo francés, hablaba el domingo«del principio de una nueva ola progresista que va a recorrer Europa».

La próxima batalla, en junio, el PS confía en ganarla. Y si es así, la izquierda francesa ostentará el poder en todos sus eslabones, con contadas excepciones. No habrá excusas entonces para acometer todas las grandes reformas que el país necesita y que ha prometido.

Y deberá hacerlo con equidad y«justicia social», como ha repetido Hollande en campaña. Toda Europa estará mirando.