EL NUEVO PRIMER MINISTRO

Un germanófilo desconocido para el gran público

Jean-Marc Ayrault, de 62 años, se ha forjado en la política municipal de Nantes

Jean-Marc Ayrault saluda a François Hollande en la ceremonia de traspaso de poderes en el palacio del Elíseo, este martes en París.

Jean-Marc Ayrault saluda a François Hollande en la ceremonia de traspaso de poderes en el palacio del Elíseo, este martes en París. / LR JW**LON**

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El nuevoprimer ministro de Francia,Jean-Marc Ayrault, de 62 años, es un gran desconocido para el gran público pero muy reputado por su sobriedad y su prudencia. Es unespecialista en Alemaniay, como tal, dispone de una importante agenda en Berlín. Como su predecesor de derechas,François Fillon,Ayraultcultiva un estilo reservado y sin florituras, encarnando al mismo tiempo "un carisma discreto" y un "socialismo reformista", tal y como lo define una persona de su entorno.

Jean-Marc Ayrault alcanza así la cima de unadilatada carrera.Hollandeha elegido la carta de la fidelidad de un político de 62 años curtido en lapolítica municipalenNantes, séptima ciudad del país, de la que esalcalde, y en elParlamento, donde ha dirigido elgrupo socialistadesde 1997. El presidente ha dejado de lado sufalta de experiencia gubernamental, una rémora que ambos comparten pero que compensan con muchos años en los aledaños del poder.

Imagen de gestor hábil como alcalde de Nantes

Los dos formaban parte delcírculo más cercanodel primer ministroLionel Jospinentre 1997 y 2002 y participaban en los desayunos de los martes, donde se perfilaba la estrategia del último Gobierno socialista de Francia hasta la actualidad.

Detrás de su discreción, Ayrault esconde un espíritu aguerrido que puede presumir de no haber perdido nunca una elección y que ha creado unaimagen de hábil gestoral frente del Ayuntamiento de Nantes y deestratega de alturaen elPartido Socialista (PS). Cualidades que en el pasado no le sirvieron para entrar en el Gobierno.

IMPUTACIÓN JUDICIAL

En 1997, se quedó fuera del Ejecutivo de Jospin por una embarazosaimputación judicialen su condición de alcalde de Nantes, por la que posteriormente fuecondenado a seis mesesde prisión exentos de cumplimiento y a4.600 euros de multapor la atribución fraudulenta de un contrato municipal.

Ese mismo caso, que Ayrault ha recordado que le valió lacondenaen tanto que primer edil yno por su implicación directa, ha estadoa punto de impedirleahora de nuevo laentrada en el Ejecutivo. PeroHollande, que durante la campaña prometió no rodearse de políticos condenados, ha preferidopasar por alto este asuntopara confiar su Gobierno a un fiel aliado.

Un agnóstico profesor de alemán

Ayrault nació el 25 de enero de 1950 en Maulévrier, una pequeña localidad del oeste de Francia, en el seno de unafamilia modesta. Su padre era obrero de la industria textil. De su familia y de su entorno heredó una educación rigurosa y unaprofunda fe católicaque le llevó a militar, en su primera juventud, en movimientos obreros de inspiración cristiana hasta que, tras ingresar en el PS en 1972, se declaróagnóstico.

En su pueblo natal conoció a su mujer y de allí ambos fueron a estudiar a Cholet y a Nantes, donde consiguieron unalicenciatura de profesor de alemán, profesión que Ayrault ejerció durante 25 años, lo que permite dominar el idioma. Una herramienta que puede servirle para profundizar en larelación franco-alemana, considerada en París como el motor de la construcción europea.

Triunfos electorales continuados

En 1974 se lanzó a la conquista delAyuntamiento de Saint-Herblain, en la periferia nantesa, hasta entonces controlado por la derecha y, con tan solo 27 años, se convirtió en elalcalde más jovende unapoblación de más de 30.000 habitantes. Una hazaña que impresionó al propioFrançois Mitterrand, que le llamó a su residencia y se interesó por el joven militante que había dado sus primeros pasos en el ala más izquierdista del partido antes de evolucionar hacia posiciones más centristas, más coincidentes con las de Hollande.

En 1986 fueelegido diputadoy en 1989, tras dos mandatos en Saint-Herblain, arrebató a la derecha laalcaldía de Nantessin necesidad de acudir a una segunda vuelta. Un triunfo que le abrió, de par en par, las puertas del PS, donde fue escalando puestos hasta llegar a sucomité ejecutivo. Su ascenso en el partido coincidió con susconstantes triunfos electorales, tanto en las municipales como en las legislativas y así en 2002, en medio de un desastre socialista, se convirtió en elúnico diputadosocialistaelegido en laprimera vuelta.