La imagen de unión del país ante la adversidad

Tres días después de los atentados, el presidente Bush se dirigió a los bomberos que buscaban supervivientes en lazona cero. En una mano sostuvo un megáfono y con la otra abrazó a Bob Beckwith, una imagen que pasaría a simbolizar la unión del país frente a la adversidad. «Yo os oigo, el resto del mundo os oye y quienquiera que haya tirado abajo estos edificios os oirá muy pronto», dijo Bush aquel día tras ser recibido al grito de «U-S-A».

Beckwith llevaba jubilado del cuerpo de bomberos desde 1996, pero tras averiguar que entre los desaparecidos estaban los hijos de uno de sus colegas se las ingenió para que la policía le permitiera sumarse a las labores de rescate. Diez años después, cumplidos los 78, se dedica a dar conferencias contando su historia durante el 11-S y a recaudar fondos para una fundación que atiende a los bomberos de Nueva York heridos por quemaduras. «Hay que recordárselo a la gente, no quiero que olviden nunca lo que ocurrió», dijo a MSNBC. No ha perdido el contacto con Bush, que le invitó a varias fiestas de Navidad en la Casa Blanca y le envió una carta personal cuando supo que la hija de Beckwith tenía cáncer.