Referendo sobre el futuro escocés

Escocia votará la independencia el 18 de septiembre del 2014

El primer ministro Alex Salmond, en el Parlamento escocés, ayer.

El primer ministro Alex Salmond, en el Parlamento escocés, ayer.

BEGOÑA ARCE
LONDRES

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El referendo sobre la independencia de Escocia tendrá lugar el 18 de septiembre del 2014. «Ese será un día verdaderamente histórico para nuestra nación», señaló ayer el ministro principal y líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Alex Slamond, al hacer el anuncio en el Parlamento de Holyrood, en Edimburgo. «Será el día en el que la gente decida el futuro de Escocia», afirmó para añadir: «Merece la pena que reflexionemos, aunque sea por un instante, en el privilegio que tiene esta nación y esta generación de poder elegir, ni más ni menos, el curso futuro de nuestro país».

Tendrán derecho a depositar la papeleta todos los empadronados en Escocia, incluidos por primera vez quienes hayan cumplido 16 años. La rebaja de edad de los votantes, una concesión al SNP, implica que los niños que tenían 9 años cuando Salmod se convirtió por primera vez en el jefe del Gobierno podrán pronunciarse sobre la independencia. Los votantes deberán contestar a la siguiente pregunta: «¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o no».

Salmond aprovechó la resonancia del anuncio de la fecha del referendo y la presencia de las cámaras de televisión para alabar las virtudes de la independencia. Recordó todo lo que se ha logrado desde la restauración del Parlamento autónomo en 1999 e insistió en que «el Parlamento de Westminster no funciona para Escocia». «Creo que el 18 de septiembre del 2014, los escoceses van a votar para crear un país mejor que el tenemos ahora y que podamos legar a la nueva generación».

La realidad es que los independentistas tienen que remontar una auténtica montaña para sacar adelante su proyecto. Tan solo el 23% de los escoceses estarían dispuestos, según los últimos sondeos, a romper con la unión. Las dudas sobre la economía en caso de secesión y la incertidumbre sobre la futura pertenencia a la Unión Europea juegan en contra de Salmond y sus partidarios. Los futuros votantes se quejan de no tener suficiente información para poder pronunciarse sobre las implicaciones de dar el paso hacia la soberanía.

CONSECUENCIAS / El Gobierno escocés responde que la verdadera campaña aún no ha comenzado y promete publicar un documento muy detallado sobre las consecuencias de la independencia el próximo mes de noviembre.

La líder de los laboristas escoceses, Johann Lamont, a favor de la unión, acusó ayer al SNP de haber retrasado la consulta intencionadamente con la esperanza de conquistar apoyos. «Lo cierto es que Alex Salmond sabe que si celebrara el referendo ahora, lo perdería», dijo. Pero ese retraso pone a Escocia en «compás de espera» -añadió-, cuando la crisis hace mella en muchas familias. Salmond «no está haciendo su trabajo, que es dirigir el país». «Vamos a acabar con esto y centrémonos en las prioridades», declaró Lemont.

El pasado octubre, el primer ministro británico, David Cameron, y el ministro principal de Escocia firmaron en Edimburgo el acuerdo para celebrar el referendo. Los defensores del no se han agrupado en una coalición, Better Together, que encabeza el exministro laborista Alistair Darling.