ELECCIONES LEGISLATIVAS EN EL ESTADO HEBREO

La coalición de Netanyahu gana las legislativas en Israel

El centroizquierda y la derecha empatan en escaños en la Knesset

Benjamin Netanyahu (centro) saluda a sus seguidores, anoche, en la sede del Likud en Tel-Aviv.

Benjamin Netanyahu (centro) saluda a sus seguidores, anoche, en la sede del Likud en Tel-Aviv. / NIR/kk/RC

ANA ALBA / Jerusalén

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“Un golpe para Netanyahu, una explosión paraLapid”, “La derecha se debilita, un golpe para Netanyahu. El Gran ganador: Yair Lapid”, “Espectacular logro para Yair Lapid; Decepción en el Likud”. Estos son los titulares de esta mañana de los principales diarios israelís,Yedioth Ahronoth, Ma'ariv yHaaretz. Hasta el diario de derechas gratuitoIsrael Hayom, entre semana el más leído en el país, afín al primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, afirma que el jefe del Gobierno se llevó anoche una decepción con el resultado electoral. Su lista, Likud-Beitenu, compartida con la formación Yisrael Beitenu del exministro de Exteriores ultraderechista Avigdor Lieberman, se ha quedado solo con 31 escaños, con casi el 100% de los votos escrutados.

En cambio,Yair Lapid, expresentador estrella de la televisión, se convirtió en el ganador de la noche electoral situando a su partido, Yesh Atid (Hay Futuro) en segunda posición con 19 escaños y será, con toda probabilidad, el principal socio de Gobierno de Netanyahu, que revalidará el cargo de primer ministro si no se le tuercen las cosas. Los medios y analistas israelís consideran que la formación del nuevo Gobierno, dados los resultados electorales, “no será una tarea fácil, las negociaciones serán complicadas”, según ha afirmado a este diario el doctor Shaul Shenhav, del departamento de Ciencias Políticas de laUniversidad Hebrea de Jerusalén.

Si los resultados oficiales provisionales se acaban de confirmar, el bloque de las fuerzas de derecha y los partidos religiosos y el de centro-izquierda más los partidos árabes obtendrían 60 diputados cada uno, lo cual desbarataría en parte los vaticinios de las encuestas que durante la campaña electoral auguraron un acusado giro hacia la decrecha y la ultraderecha.

Algunos grupos, como la casa Judía, del ultraderechista Naftali Bennett, han conseguido 11 escaños, menos de lo que les otorgaban los sondeos, que pronosticaban que este partido contrario a la creación de un Estado palestino sería la tercera fuerza en la Knesset con al menos 14 escaños. La principal formación religiosa, la ultraortodoxa Shas, habría perdido un escaño y se quedaría con 11. Partidos de izquierdas como el Meretz, contrario a la ocupación israelí de territorios palestinos, han doblado su representación parlamentaria pasando de tres a seis diputados.

El 15% de indecisos que el día antes de las eleccions no sabían a quien votar podría haber decantado la balanza más hacia elcentro-izquierda. “Está claro que muchos votantes hicieron su elección muy cerca del día de los comicios o incluso en el último minuto. Muchos partidos han ganado popularidad, como es el caso de Yesh Atid, de Lapid, a última hora”, señala Shenhav. “Creo que no ha habido una línia de separación clara entre las diferentes ideologías por parte de muchos votantes y algunos también han votado basándose en la persona más que en la ideología del partido. En Israel, como ya ha pasado en otros países, se está produciendo una personalización de la política”, subraya Shenhav. Esta personalización habría beneficiado a Lapid, que según diversos analistas, ha llevado a cabo “una buena campaña”.

Alternativa a Netanyahu

Según Shenhav, muchos votantes de Lapid “querían una alternativa (a Netanyahu) y tuvieron dificultades para encontrarla, pero quizás muchos vieron en él -especialmente los jóvenes- a alguien nuevo y distinto que representaba el cambio y que formó un partido que se ha puesto muy de moda en cuya lista no había nadie vinculado al establishment político”.

La incorporación de partidos de centro, como el de Lapid, al nuevo Gobierno o la entrada de formaciones comoHatnuah(El Movimiento), de la exministra de Exteriores,Tzipi Livni, hace pensar a algunos analistas que quizás haya una nueva oportunidad para el proceso de paz con los palestinos. Pero Shenhav advierte que aún es pronto para hacer vaticinios.

“Es difícil especular porque para reanudar el proceso de paz se necesita a las dos partes, hay que contar con los palestinos. Debemos de ser cautos porque aún no sabemos quien integrará el nuevo Gobierno, pero todo apunta a que será más moderado que el anterior y entonces podríamos ver cambios y avances en este sentido. De todos modos, hay que destacar que el proceso de paz no era una prioridad en el programa de Lapid”, añade el analista.