Bruselas avisa a Sarkozy de que no haga guiños a la extrema derecha

LaComisión Europea ha advertido implícitamente al presidente francés,Nicolas Sarkozy, a que no haga guiños, ni corteje a los votantes delFrente Nacional, ni asuma los mensajes de laextrema derecha para intentar lograr su reelección en mayo tras su derrota en la primera vuelta frente al candidato socialista,François Hollande.

El Ejecutivo comunitario ha efectuado un llamamiento a los dirigentes europeos "a no ceder a los discursos populistas", ni contribuir "a la propagación de sus ideas que son fundamentalmente contrarias a los valores de la Unión Europea", preocupado por el éxito electoral de la extrema derecha francesa y por la caída del Gobierno holandés al perder el respaldo parlamentario delPartido de la Libertad del extremistaGeert Wilders.

No ceder a la tentación

El presidente de la Comisión Europea,José Manuel Durao Barroso, y numerosos comisarios "han instado a menudo a los líderes europeos a no ceder a la tentación de los discursos populistas", ha recordado el portavoz del Ejecutivo comunitario. "Lo que se dijo ayer [por el domingo] sigue siendo válido hoy en el conjunto de los estados de la UE", ha añadido el portavoz, refiriéndose explícitamente al resultado de las elecciones presidenciales francesas y al tercer lugar obtenido en la primera vuelta por la candidata del Frente Nacional,Marine Le Pen.

“Hay que prestar atención a la amenaza populista, a la propagación de sus ideas, porque son fundamentalmente contrarias a los valores de la UE”, ha insistido el Ejecutivo comunitario, en una velada referencia a las reiteradas asunciones por parte de Sarkozy de los discursos sobre seguridad y antiimigración de la extrema derecha.

Desigualdades sociales

La Comisión Europea ha reconocido que las desigualdades socioeconómicas exacerbadas por la crisis son el caldo de cultivo de la actual revitalización de los movimientos populistas de extrema derecha.

Pero ha negado que el fulgurante aumento de esas desigualdades sociales sea fruto de la política de ajustes y de austeridad a ultranza que el propio Ejecutivo comunitario impone al conjunto de países de la UE.