CRISIS EN FRANCIA

Los policías franceses protestan ante la hostilidad que sufren en las marchas contra la reforma laboral

Activistas violentos incendian un coche patrulla tras participar en una concentración no autorizada en París

A police car burns during a demonstration against police violence and against French labour law reform in Paris

A police car burns during a demonstration against police violence and against French labour law reform in Paris / /MAL

EVA CANTÓN / PARÍS

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Los aplausos que recibieron policías y gendarmes en la multitudinaria manifestación de repulsa tras los atentados contra ‘Charlie Hebdo’, en enero del 2015, forman parte del pasado. Ahora, en las movilizaciones contra la reforma laboral se ha hecho habitual el eslogan ‘Todo el mundo odia a la policía’ y no hay cortejo que culmine sin enfrentamientos violentos con las fuerzas del orden, heridos y detenidos.

Para denunciar ese clima de hostilidad, cientos de policías vestidos de paisano se han concentraron este miércoles en unas sesenta ciudades convocados por Alliance, el principal sindicato policial del país.

En París, la protesta ha tenido lugar en la emblemática Plaza de la República, símbolo del recuerdo a las víctimas del terrorismo que sacudió Francia el pasado año y también del movimiento de los indignados ‘Nuit Debout’(Noche en pie’) que nació a finales de marzo a raíz del rechazo a la reforma laboral de François Hollande.

PROVOCACIÓN

Haber elegido esta plaza es “una provocación más”, en opinión de Alain, un fotógrafo independiente que critica el uso abusivo de la fuerza y de los gases lacrimógenos contra manifestantes pacíficos. “Hay violencia en los dos lados. Es una escalada lamentable”, añade en los aledaños de la concentración, rodeada de antidisturbios.

A pesar de que la delegación del Gobierno había prohibido la contra- manifestación del colectivo ‘Urgencia, nuestra policía asesina’, un grupo de unos 300 activistas ha retado a la policía al grito de ‘Polis, cerdos, asesinos’.

Al ser dispersados, se han dirigido hacia el vecino Canal Saint Martin donde la cosa ha degenerado cuando algunos de ellos se han cruzado con un coche policial y lo han incendiado con un cóctel molotov obligando a dos agentes a abandonar el vehículo en circunstancias todavía por aclarar.

La Fiscalía ha abierto una investigación por intento de homicidio voluntario y este episodio es un fiel reflejo “de la degradación del clima de solidaridad” que se vivió tras los atentados, según Adrian, uno de los policías presentes en la concentración. “Esos insultos son cosas muy duras de escuchar porque somos franceses, ciudadanos como todo el mundo. Hoy estamos aquí para decir no”, señala.

ESTIGMATIZACIÓN

 “Ya no pueden más”, resume el número dos del sindicato Alliance, Fréderic Lagache, quien recuerda en ‘Le Parisien’ que, a las tareas encomendadas para hacer frente a la amenaza terrorista, se añaden desde hace meses las movilizaciones, que se han saldado con 350 policías heridos.

Los agentes también denuncian la “estigmatización” de la que son objeto por parte de algunos sindicatos, como la CGT, que les acusa de emplear la violencia para romper el movimiento de protesta restándole credibilidad a ojos de la opinión pública.

También los manifestantes denuncian la brutalidad de los desalojos del movimiento’ Nuit Debout’ o el incidente en el que un joven perdió un ojo durante una de las marchas contra la reforma laboral en Rennes. Hasta ahora se han abierto unas 30 investigaciones sobre la presunta violencia policial.

Aún así, un 82% de los franceses tiene una buena opinión de los policías y el 91% entiende los motivos de su hartazgo, según un sondeo publicado por ‘Le Parisien’.

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