El populismo de calle de Anglada

Loslictoresle esperaban en la puerta, corpulentos. Caminaba entre el público con los brazos abiertos, mesiánico, como si lo entronizasen los laureles. Los pasos, sin embargo, no le hacían el ruido metálico de lascaligae, ni las banderas que le acompañaban le seguían al toque de las cornetas. Puesta en escena del siglo XXI, pero con toques retro como la propia banda sonora deRocky Rocky(1976) como himno principal del acto. Pero, se siente líder y lo ensalzan como tal, al servicio de una causa más divina que terrenal: la preservación de los valores occidentales.

Hace dos años estuvo a punto de llevar su discurso al parque de la Ciutadella. Ahora, pretende cobrarse lo que pocos votos se lo impidieron. ¿Qué habría dado por haber estado el domingo por la noche en el debate a siete de la televisión? Las encuestas que se han hecho públicas no le acompañan, pero el vicenseJosep Anglada, líder dePlataforma per Catalunya (PxC), sabe que los indecisos le pueden dar una sorpresa positiva el día 25 de noviembre. Y él no quiere fallar a la pandilla de fieles que le aclaman en cada acto, enTerrassa, enSalt, enBarcelona, en El Vendrell o, por último, el día 23 de noviembre enVic. En la capital del Baix Penedès, unas cien personas llenaron el centro cívico durante la presentación de los candidatos de la circunscripción de Tarragona, que paradójicamente tienen como cabeza de lista a un calafellense compañero de Anglada en elAyuntamiento de Vic,Juan Carlos Fuentes.

Él domina la escena, desprende aires de ídolo mediático entre unos y provoca urticaria en la mayoría de demócratas. Desde el extremo opuesto, el candidato de la CUPJordi Martí --un ejemplo de esos 'perroflautes', como les llama--, alertaba el día antes de la deriva que tomaba la Europa del capital con la llegada de "grupos fascistas". Sin embargo, Anglada se encuentra cómodo dentro de una sociedad que parece no entenderlo, donde sólo unos pocos elegidos --por suerte-- han encontrado el camino que él señala. De oratoria robótica, se siente elegido por los dioses: "No lo hagáis por mí, sino por las generaciones futuras. SalvarCatalunya, España, EuropayOccidente". Pero, ¿de quién?

Empresarios traidores

Anglada es un exponente del"hipernacionalismo"que tanto diagnosticabaMarcelino Iglesias(PSOE), pero en la dirección equivocada de donde apuntaba el senador aragonés. El vicense lo tiene claro. "Si entro en el Parlament diré: ¡primero, los de casa; segundo, los de casa y tercero, los de casa!", Bramaba desde el atril, presidido por una gran bandera catalana y las de su partido. La respuesta de PxC a la crisis actual va directamente ligada al control de la inmigración. Pide una "repatriación inmediata de todos los inmigrantes parados de larga duración y de todos los ilegales". Clama contra los "empresarios traidores" que han dado trabajo a estos colectivos. Con estas palabras simplifica el debate sobre el paro en Catalunya --que solo la entiende dentro de España-- y la acompaña de llamadas proféticas para salvar la ortodoxia cristiana: "Queremos que los espacios públicos sean para nuestros niños y ancianos, no para construir templos de fanatismo como las mezquitas". Profetiza un "genocidio cultural".

Es un político de calle. De aparienciaextrovertida, es untocamanos en potencia --a los afines y al que le reconoce que nunca le votará. Y, en parte, este ha sido el éxito de su ascenso en Vic: los paseos populistas y las soluciones rápidas, en la punta de la lengua, aunque sean prácticamente imposibles de alcanzar. Contrapone su figura, populista, a una "casta política de ladrones y corruptos", a unos políticos que dan subvenciones a "oenegésparasitarias de sus amigos", le complementabaJuan Carlos Fuentes.

Aires de totalitarismo. Aires deGrecia. La crisis agita las almas, anima a las soluciones fáciles aunque se planteen haciendodemagogia. Y, en el horizonte, las elecciones municipales del 2015 donde PxC tiene la voluntad de conseguir la alcaldía de alguna gran ciudad, por ejemplo, El Vendrell. En el Parlament, Anglada sería (¿será?) un bufón para muchos parlamentarios curtidos en la cámara; en los ayuntamientos, PxC da miedo. Y, algunos políticos que el tacticismo les ha hecho construir cordones sanitarios contra natura aún no se han dado cuenta.