Paro, reforma, más paro...

Con casi 300.000 parados más en los dos meses que lleva en el Gobierno, el PP no solo ha asumido que la reforma laboral no es un remedio a corto plazo sino que se atreve a hacer pronósticos de contabilidad nacional. El ministro de Economía, Luis de Guindos, prevé que este año el desempleo aumentará en 630.000 personas, lo que supondrá una tasa del 24,3%, frente al 21,6 con la que se cerró el año pasado.

Con esta proyección el Ejecutivo ha calculado que durante este año habrá una media de 5,6 millones de personas sin trabajo; algunos meses se sobrepasará y otros no se llegará, pero en todo caso será una cantidad «absolutamente inadmisible», según De Guindos. Ahora, el número de parados registrados es de 4.712.098 personas.

La reforma laboral, que la próxima semana convalidará el Congreso de los Diputados, es un «marco que permite a la empresa adaptarse al entorno» de crisis, según dijo la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, al dar cuenta ayer de los datos oficiales de febrero.

El mes pasado, los servicios públicos de empleo registraron 112.269 desempleados más (2,4%) que, sumados a los 177.470 de enero, dan una de las peores cifras desde que se inició la crisis: 289.739 parados más en lo que llevamos de año. El paro de febrero es casi el doble que el del mismo mes del año pasado, cuando creció en 68.260 personas.

CAÍDA DE CONTRATOS / El registro de contratos también muestra un descenso en picado, lo que confirma no solo el mal momento de la actividad económica, que no crea empleo, sino que ha habido un retraimiento en la contratación en espera, como se apuntó meses atrás, de que la reforma laboral facilitara las cosas a los empresarios.

En febrero se contabilizaron 52.188 (5,16%) contratos menos que en el mismo mes del año pasado. La contratación acumulada en los dos primeros meses del 2012 ha alcanzado la cifra de 1.999.831, lo que supone 129.606 (6,09%) contratos menos que en el mismo periodo del 2011.

«A medio plazo, la reforma laboral tendrá un impacto positivo», según De Guindos, ya que se notará ya en el 2013. Hasta entonces, la número dos de Empleo lanzó un aviso: «Lo vamos a pasar mal».

El impacto de la destrucción de empleo sobre la Seguridad Social aún no ha puesto a ésta en números rojos pero sus recursos disminuyen mes a mes. En febrero se registraron 16.897.112 afiliados, lo que supone una pérdida de 449.983 afiliados respecto del mismo mes del 2011. No obstante esta tasa interanual no es tan mala como en los meses de febrero del 2009 y 2010. De momento, no está previsto echar mano del fondo de reserva, que aún tiene superávit.

En febrero aumentó la afiliación de autónomos (4.635 personas) y de empleadas de hogar, cuyo trabajo se está regularizando. El primer dato confirma al Gobierno que este será un sector que regenerará el tejido productivo y creará empleo.