Las consecuencias de la inestabilidad financiera

Loterías del Estado no se venderá ni ahora ni después

Décimos de lotería expuestos en el mostrador de una administración.

Décimos de lotería expuestos en el mostrador de una administración.

ROSA M. SÁNCHEZ
MADRID

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Loterías del Estado, una de las empresas más populares entre los españoles y una auténtica «vaca de ingresos» -traduciendo la terminología anglosajona para este tipo de empresa, cash cown- no se venderá. El Gobierno decidió el miércoles posponer la privatización del 30% de la compañía que debía salir a bolsa en noviembre ante el precio «inadmisible» que, según la vicepresidenta económica, Elena Salgado, estaban ofreciendo los grandes inversores. Dirigentes del PP, por su parte, dieron a entender que un posible gobierno presidido por Mariano Rajoy no recuperará esta privatización.

Existe una coincidencia absoluta entre todos los agentes económicos y políticos en que la actual situación de los mercados desaconseja la venta parcial de Loterías que había programado el Gobierno.

Economía anunció el miércoles la suspensión de la privatización de Loterías tras comprobar que los inversores no estaban dispuestos a pagar los entre 7.000 y 9.000 millones que el Gobierno esperaba obtener por el 30% de la sociedad. Los inversores institucionales ofrecían un precio «que no hemos querido admitir» explicó ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado. Según fuentes del mercado, el precio ofertado equivalía a rebajar «a algo menos de 5.000 millones» la posible recaudación por el 30% de Loterías.

MERCADOS EN CONTRA / Según un alto cargo de una de las empresas participantes en la colocación de Loterías, «actualmente no se cumplen las valoraciones para que salga a bolsa». Agosto fue un punto de inflexión en el escenario mundial con la confirmación de que el mundo crecerá menos, con el derrumbe de las bolsas y de las valoraciones de las empresas, y con una restricción extrema del crédito y de la circulación de capitales. En este contexto, las preguntas son: ¿hay inversores? ¿Qué precio están dispuestos a pagar? La combinación de estos dos factores arroja la respuesta de que es una mala decisión vender Loterías, explican fuentes del mercado, que consideran que esta afirmación también es válida para la adjudicación de la gestión de los aeropuertos de El Prat y Barajas.

La mayoría de los siete consorcios que se han presentado a los concursos para El Prat y Barajas expresan, en privado, que serían partidarios, no de cancelar, sino de alargar el plazo para que no se tenga que llevar a cabo la operación antes del 20 de noviembre. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que agrupa a 50 compañías, también ha manifestado que «tomar decisiones trascendentales, no consensuadas y en el final de la legislatura para una actividad esencial como es la del transporte aéreo no parece que lo más conveniente».

El Gobierno, insiste en que el proceso de AENA no tiene nada que ver en absoluto con el de Loterías y no está afectado por el terrible momento que atraviesan los mercados financieros ya que quienes optan a la gestión de El Prat y de Barajas son consorcios industriales y financieros que ya conocían de salida el precio mínimo exigido por el Gobierno.

El precio incluye un pago de 1.600 millones por la gestión de El Prat durante 20 años, prorrogables en 5 más (3.700 en el caso de Barajas) y un canon anual equivalente al 20% de los ingresos de cada ejercicio por encima de un mínimo que para el 2012 se ha fijado en 80 millones (150 millones en el caso de Barajas).

El PP es partidario de detener el proceso. «No se privatiza cuando hay elecciones», insistió ayer el coordinador económico del PP, Cristóbal Montoro. En su opinión, el futuro Gobierno que salga de las urnas debería encauzar el proceso «con todas las cartas sobre la mesa».

En relación a Loterías, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons. afírmó que el PP no va a privatizar «una de las vacas del Estado español, una de las piezas más rentables y una joya de la Corona». Mucho más ambiguo, Montoro recordó que siendo él ministro de Hacienda no barajó nunca privatizar Loterías, pero «igual dentro de cuatro o cinco años cambian las circunstancias, quién sabe».