REESTRUCTURACIÓN DEL SECTOR FINANCIERO

Las cajas se sienten obligadas a malvender o a ser nacionalizadas

El sector prevé fusiones y ventas y entrada de inversores a precios de saldo

PABLO ALLENDESALAZAR / Madrid

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El ultimátum del Gobierno a las cajas, dándoles hasta otoño para elevar su capital básico (el que prueba más solvencia y capacidad de absorber pérdidas) hasta un 8% sin precedentes en el mundo, ha sentado como un mazazo al sector. Las entidades más débiles se sienten abocadas a malvender sus mejores activos, captar inversores privados a precios de saldo o emprender nuevas fusiones indeseadas para evitar ser nacionalizadas parcialmente por el Estado. Y aun con todo, dan por seguro que más de una no tendrá más remedio que acudir al rescate público.

Las cajas temen que, pese a que la crisis de la deuda ha remitido un tanto, los inversores no quieran aportarles los recursos que necesitan en tan corto plazo de tiempo.

La vicepresidenta Elena Salgado reconoce que a la «mayoría» de las cajas se les exigirá un capital mayor del 8%, porque reúnen las condiciones que ha fijado para ello (una financiación mayorista que supere el 20% de la total y no cotizar o tener una presencia significativa de inversores). Algunas cajas especulan con que ese nivel adicional podría ser del 8,5% y otras lo elevaban al 10%, pero el Banco de España ha asegurado que todavía no lo tiene decidido.