Las repercusiones del clásico

Villa no se mueve del Barça

Guardiola dice que no hay titulares ni suplentes y que toda la plantilla seguirá el próximo año

Villa hace estiramientos ante Buenaventura y Piqué (derecha), ayer en Yokohama.

Villa hace estiramientos ante Buenaventura y Piqué (derecha), ayer en Yokohama.

JOAN DOMÈNECH
YOKOHAMA / ENVIADO ESPECIAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Desmantelado el Madrid de las 15 victorias consecutivas que iba a destrozar al Barça en el clásico y desenmascarado, una vez más, José Mourinho tras otra lección táctica de Pep Guardiola en el Bernabéu, poco ha tardado el entorno mediático madridista en encontrar algo a lo que agarrarse para renacer de las cenizas. En eso sí que son imbatibles.

Tras constatar que en el campo no hay nada a lo que echarle el lazo (hoy por hoy no hay comparación futbolística posible entre azulgranas y blancos mientras que el Villarato ya ha pasado a mejor vida, al menos por ahora), el punto de mira se ha desviado hacia el vestuario, concretamente hasta el banquillo de los suplentes, donde el pasado sábado habitaba inesperadamete un inquilino de lujo: David Villa. Sobre él han lanzado las redes «los amigos de Florentino de la central lechera», como los definió el propio Guardiola la pasada temporada antes de la ida de las semifinales de la Champions, para hurgar en busca del mal ajeno.

Ante ese supuesto divorció entre el Guaje y el club azulgrana, que según titulaba un diario madridista estaría dispuesto a desprenderse del goleador en el mercado de invierno, Guardiola fue escueto pero rotundo: «Marca miente». Solo dos palabras, las mismas que utilizó Mou para cerrar el debate tras la debacle del clásico: «Somor líderes». Se le olvidó añadir que con permiso del Sevilla.

VISTA GORDA CON RONALDO / El técnico azulgrana cerró así en Yokohama el enésimo intento de desestabilización por parte del entorno blanco. Es curioso, pero de los pitos del Bernabéu, el sábado, a Cristiano Ronaldo por desaparecer de nuevo en una gran cita, ni una palabra. Se le da ya por redimido con su gol a la Ponferradina en la Copa. «Piña con Cristiano», titulaba ayer el mismo diario tachado por Guardiola de mentiroso. Triste consuelo para el portugués que ve dilapidar su prestigio cada vez que se cruza con Messi.

DISTINCIÓN SIN TROFEO / Si el Madrid inició el martes la defensa del único título que pudo arrebatarle al Barça, los azulgranas afrontan hoy el primer duelo en busca de un trofeo que ya conquistaron en el 2009 y que acredita al mejor equipo del mundo, título honorífico que los de Guardiola se han ganado a pulso sin tener que levantar trofeo alguno. Es lo que tiene llevar maravillando al mundo desde hace casi cuatro años.

Pero ajeno a los elogios, de los que huye el técnico azulgrana como gato escaldado, el Barça inicia hoy el asalto al Mundial de Clubs con la plantilla al completo, excepto el lesionado Afellay. Con todos cuenta el técnico, para el que no hay jugadores intocables. Bueno, quizá solo Messi escape a esa consideración.

«Piqué y Puyol no son los centrales titulares, es una opinión que respeto», dijo el técnico sobre las palabras de Mascherano, relegado, como Villa, a la suplencia en el clásico. «Cada uno se lo tiene que ganar en el campo. Como dice Fossati (entrenador del Al Sadd), a mí también me gustaría jugar con 15 o 16. Intento que todos jueguen. Soy el único entrenador que ha hecho 25 alineaciones distintas en lo que va de temporada. Todos han participado de los partidos porque creo en ellos. Por eso todos seguirán aquí el año que viene», dijo Guardiola. En ese «todos» incluía también a Villa, que en un año ha ganado la Liga y la Champions. Ahora quiere el Mundial de Clubs.