Valverde trata de poner la Vuelta patas arriba

El corredor murciano atacó para que ¿trabajaran los demás¿ en una etapa ganada por el alemán Degenkolb

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SERGI LÓPEZ-EGEA / Córdoba

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Alejandro Valverde y el equipo Movistar tienen absolutamente claras cuáles son las claves de la carrera para intentar ganar la Vuelta en Santiago. Y para ello han elegido a un ciclista, que no es otro que Nairo Quintana. Por él y para él, camino de Córdoba, ha empezado a trabajar el ciclista murciano. Por él y para él ha atacado Valverde, para tratar de hacer ruido y poner la ronda española patas arriba en un día inesperado, por los puertos que rodean la capital cordobesa, donde se desafía el calor: 40 grados, casi inhumano circular en bici en estas condiciones.

El Movistar, con Valverde, ha conseguido lo que buscaba. Sabía el ciclista murciano que su ataque estaba condenado al fracaso con los kilómetros finales por autovía, obligada y única entrada al centro de la ciudad de Córdoba. Sin embargo, logró lo que pretendía; primero, el Tinkoff de Alberto Contador y luego el Katusha de Purito Rodríguez entraron al trapo y decidieron no conceder ni un minuto de gloria a un corredor peligroso y experto como él, además de tercero de la general. "Sabía que no iba a ninguna parte, pero ataqué para que trabajaran los demás y para poner nerviosa a la gente del pelotón".

Valverde animó una etapa supuestamente intrascendente y volvió a colocar sobre la mesa de la Vuelta todas las cartas boca arriba, las suyas y la de los demás. Quintana, sin problemas, se mantuvo en un segundo plano, sin desgastarse por ahora, que la ronda española no ha hecho otra cosa que empezar y queda toda la montaña por delante. Este miércoles se visita la serranía de Ronda, en Málaga, una especie de aperitivo montañoso antes de la primera llegada verdaderamente en alto de la carrera, el jueves, a La Zubia, cerca de Sierra Nevada y Granada. El alemán John Degenkolb ha ganado al esprint en las calles de Córdoba, por delante del mallorquín Vicente Reynès; tercero ha sido el australiano Michael Matthews, que ha conservado el jersey rojo como líder de la Vuelta.