UN EJEMPLO DE SUPERACIÓN

De los pies a la cabeza

Javi Hernández, nacido sin brazos, repasa sus 35 años de vida en un emocionante libro

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RAÚL PANIAGUA / BARCELONA

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Nació sin brazos y con una pierna más larga que la otra, pero nunca ha dejado de superar retos. Javier Hernández (Zaragoza, 1979) es un ejemplo de superación constanciaPeriodista deportivo, diploma paralímpico en los Juegos de Londres, escritor, entrenador de fútbol titulado por la federación argentina, director deportivo por la española y conferenciante motivacional, presentó este jueves en Barcelona 'De los pies a la cabeza', una biografía contada por un centenar exacto de voces, un útil y emocionante relato cronológico iniciado por su madre un día antes de su nacimiento.

 «El deporte es el centro de gravedad de mi vida. Me permitió hacer amigos y socializarme. Los límites no están en lo físico, están en la cabeza de cada uno», cuenta Javi, que recuerda los partidillos con sus colegas en Zaragoza. «Hasta los 30 años jugué a fútbol descalzo. Así me siento más ágil». No sabé por qué nació sin brazos ni le preocupa. «Lo único que sé es que no es por la talidomida. Es mejor centrarse en lo que tienes que en tus carencias. El fracaso no es perder, es no intentarlo y yo lo he explorado todo solo con mis pies».

DIPLOMA OLÍMPICO EN NATACIÓN

Javi se licenció en Comunicación Audiovisual en la Universitat Autònoma de Barcelona en el 2001. Luego ejerció en medios como el 'Heraldo de Aragón' y el diario 'As'. «El teclado lo tiraba al suelo y me ponía a escribir. Redacté crónicas de partidos de fútbol y baloncesto que acababan a las 23.30 o las 0.00. A esas horas llamaban de la rotativa y si no tienes brazos te los buscas», explica.

A los 30 años se marcó un nuevo reto. Ir a unos Juegos Paralímpicos. Jamás había nadado pero se lanzó a la piscina y no frenó hasta alcanzar su meta. Fue diploma en la final de 50 metros espalda. «Quedé último y me dieron las llaves para cerrar, pero llegué a una final sin nadar antes de los 30. La vida no es vencer. Es otra cosa. Es más perder que ganar. Es levantarse cada día e intentarlo».

En Argentina consiguió el carnet de entrenador y reunió en una conferencia en Buenos Aires a 350 personas en una sala con capacidad para 220. Ahora imparte charlas motivacionales para empresarios, jóvenes, en foros sociales, educativos, centro cívicos... «Mis pies son tus manos. Nunca me he rendido ante nada. De pequeñito ya tiraba los mandos al suelo y jugaba a los videojuegos con mis amigos. Me educaron desde la honestidad de vivir con mi realidad, no contra ella», reflexiona.

EL RETO DE CONDUCIR

Partiendo de su discapacidad hay dudas habituales. ¿Cocina? «En la universidad me hacía algo sencillo, pero no suelo aplicarme en los fogones». ¿Las necesidades fisiológicas? «Si los pantalones tienen botones, requiero ayuda para bajármelos y subírmelos. Si no, me apaño bien». ¿Y el próximo reto? «Sacarme el carnet de conducir».

En enero irá a Bilbao, a la única autoescuela habilitada para sus condiciones. Llevará un coche automático. «Con el pie izquierdo apretaré un pedal para acelerar y frenar, con el derecho elegiré la dirección y con el húmero pulsaré botones para dar órdenes al coche. En 6-7 semanas espero tener el título. Es el reto que me queda», concluye Javi, un ejemplo de superación.