PREPARATIVOS DE UN RALLY MÍTICO

'Papá' Arcarons se lleva a Laia Sanz al Dakar

El veterano piloto de 'raids' adiestra a la campeona de trial en el arte de la navegación

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / Sitges

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Jordi Arcarons, el maestro de un montón dedakarianos, ha decidido volver a la alta competición y lo hará apadrinando el debut de la campeonísima de trial Laia Sanz en el Dakar 2011, que se disputará desde el 1 de enero en Argentina y Chile. “Saldré detrás de ella en cada etapa y espero no perderla de vista”, bromea Arcarons, de 48 años y que ha tomado parte en 15 ediciones del mítico rally, en las que ha ganado 26 etapas y ha subido seis veces al podio. “De niña siempre tuve el sueño de correr esta prueba. Hacerlo de la mano de Jordi es un gran reto y espero que sea un placer”, explica Laia, que reconoce tener preocupado “y mucho” a su padre “porque el Dakar es muchísimo más peligroso que el trial”.

Laia ha ido haciendo sus pinitos en el enduro esta temporada mientras conseguía nuevos títulos de trial femenino: su décimo cetro mundial y el noveno europeo. “Todo ha ido bien aunque al principio me ha costado mucho cogerle el truco al tema de la navegación, totalmente nuevo para mí”, cuenta subida en su Honda de 450cc en la arena de la playa de Sitges. “Ha habido días, tras un duro entrenamiento de navegación, que hasta le salía humo de la cabeza”, narra Arcarons, un auténtico genio en el tema de encontrar el camino adecuado en cada etapa.

“No hay mejor consejero que Jordi”, explica la campeona del mundo: “Según él, el Dakar solo tiene tres trucos: pilotaje (no caerse), navegación (no perderse) y una buena moto que resista durante toda la carrera”. Arcarons cree que lo más importante en el Dakar es no autoeliminarse. “Hay demasiados pilotos que creen que el Dakar lo gana el que más corre y no es así. El Dakar lo gana aquel que corre en el momento justo en que hay que correr, ni antes ni después; y aquel que no se cae, pues una caída a 140 kilómetros por hora en pleno desierto o montaña la puedes pagar muy cara. Mucho”.

Jordi y Laia forman una curiosa pareja, que muchos, demasiados, podrían equiparar a la de un padre y su hija. Es evidente que el gran reto lo asume Laia porque quiere demostrar no solo puede acabar la prueba, sino que es capaz de terminar en un lugar destacado. Eso sí, la campeona de trial asume que su paso del trial al enduro, a los 'raids', “es como si a una vallista la inscriben en el maratón”.