Nace el nuevo cava soberanista
Sale al mercado el Cava Brut Nature Reserva 1714 para brindar por el proceso independentista
Tras la manifestación del pasado 11 de setiembre del 2012, Jaume Llansó y Sergi Sardà tuvieron una idea: sacar al mercado un cava soberanista. “El cava es un producto que se asocia con la celebración y creemos que hay motivos suficientes para brindar por el contexto por el que estamos atravesando los catalanes”, asegura Llansó.
El Cava
Cava Brut Nature Reserva 1714. Este es el nombre que ha recibido el nuevo cava independentista que han elaborado los dos emprendedores con la colaboración de un cavista. Se trata de un cava reserva de larga crianza, que descansa a 30 metros de profundidad hasta que alcance una densa complejidad de sabores, y que está elaborado en la cuenca del río Foix, en la comarca del Alt Penedès. Aprovechando que el año que viene se celebrará el tricentenario de la derrota de 1714, los emprendedores han decidido “aportar algo más para tirar el país adelante”, asegura Llansó.
Un valor añadido
Además, los emprendedores han querido añadir un valor cultural al cava con el poema 'Ara Mateix' de Miquel Martí i Pol: “Posem-nos dempeus altra vegada i que se senti la veu de tots solemnement i clara. Cridem qui som i que tothom ho escolti”.
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- ¿Qué supermercados triunfan más en Catalunya? La 'pole position' de la gran distribución alimentaria se distancia de su competencia
- 30 frases e imágenes para felicitar el Día de la Madre 2023
- Muere Carola Miró, la esposa del expresidente de la Generalitat Quim Torra
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- Catalunya se encomienda a las próximas lluvias y al deshielo para dejar atrás la emergencia por sequía
- El destino de Daniel Sancho se debate ahora entre la cárcel amable de Samui y la despiadada de Bangkok