PELÍCULA EXTRAÑA E HIPNÓTICA

"Dispongo de barcos" tiñe de humor absurdo la sección paralela Noves Visions

Juan Cavestany dirige este irresistible delirio difícil de etiquetar

DESIREÉ DE FEZ

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Una de las películas más extrañas e inclasificables de la 43 edición del festival de Sitges esDispongo de barcos, un delirio irresistible firmado por Juan Cavestany. Programada en la sección oficial Noves Visions, el apartado del festival que recoge las propuestas más innovadoras y trasgresoras, tiene como eje la preparación y la ejecución de un atraco, pero ese ligero argumento es solo el pretexto para armar una película imposible de etiquetar.

Lo nuevo de Cavestany, director de las comediasEl asombroso mundo de Borjamari y Pocholo (2004; firmada al alimón con Enrique López-Lavigne) yGente de mala calidad (2008), se mueve en un limbo tan extraño como fascinante entre el thriller, la fantasía surrealista, el terror y, por encima de todo, la comedia absurda. “La película es un experimento, es imprevisible, y lo mejor que he oído de ella es que es tan extraña que no puedes dejar de mirarla porque quieres saber qué pasa. De repente te ríes, luego hay terror, luego es una pesadilla¿ Es un revoltijo, un experimento que busca ser intrigante, divertido, raro¿”, explica el director, que cuenta enDispongo de barcoscon el respaldo de un gran grupo de actores, entre ellos Antonio de la Torre, Diego París, Andrés Lima y Roberto Álamo (todos ellos miembros, como Cavestany, de la compañía de teatro Animalario), cómplices del universo inclasificable y al límite que propone.

Complicidad y delirio

Esa complicidad se debe, en gran medida, a su condición de película hecha entre amigos y moldeada durante años. La idea original de “Dispongo de barcos”, filme con un título sencillamente brillante, está en un sketch de Cavestany, escrito hace veinte años, que mutó en el 2007 en el cortoEl último golpe (interpretado por los mismos actores que la película que nos ocupa) y ahora conoce su versión extendida y modelada. “De alguna manera, la aventura de los personajes de la película, esos tipos que intentan organizarse, entenderse, hacer un proyecto entre todos, era un poco nuestra historia. Nosotros intentando hacer el corto, luego la película¿ En realidad,Dispongo de barcos es un espejo de nuestras incapacidades y nuestros miedos llevado a un plano de lo teatral, lo surrealista y el experimento”, cuenta el director.