Algunas estrellas fugaces son solo excrementos de astronauta

Tan solo hace tres días que el astronauta de la NASA Scott Kelly ha alcanzado el ecuador de su misión en la Estación Espacial Internacional, #YearinSpace (un año a bordo). Junto al cosmonauta ruso Mijaíl Kornienko, llevan a cabo un experimento que comenzó en marzo de este y que no concluirá hasta marzo del 2016, cuando regresarán a la Tierra. La idea es estudiar los efectos sobre el organismo humano de la ausencia de gravedad y de las radiaciones, entre otras cosas, durante este periodo, el doble de lo que han durado hasta ahora otras misiones. Una vez concluido el viaje, los efectos en el cuerpo de Kelly serán comparados con los de su hermano gemelo. La intención es evaluar los posibles riesgos para los humanos de futuros viajes a Marte.

Para conmemorar el ecuador de la misión, la NASA ha divulgado una serie de datos curiosos publicando una infografía sobre la vida cotidiana de los tripulantes de tan alto laboratorio. Como por ejemplo, uno que da al traste con la romántica tarea de observar el firmamento y presenciar el bello espectáculo de las estrellas fugaces.

Al parecer, con los datos de los que disponen en Cabo Cañaveral (Florida), el intestino de Kelly, de 51 años, "producirá 81 kilos de heces que se quemarán al entrar en contacto con la atmósfera", dando lugar a un fenómeno que desde la Tierra se verá como estrellas fugaces.

Además del jarro de agua fría del tema de las estrellas fugaces, el gráfico de la NASA ofrece más curiosidades; algunas también escatológicas, como por ejemplo, que el astronauta Kelly beberá 730 litros de orina y sudor reciclada.

UN AÑO, EN CIFRAS

Durante estos 342 días a bordo hará más de 700 horas de ejercicio para mantener fuertes sus músculos, sus huesos y su corazón, para lo cual recorrerá unos 1.000 kilómetros en una bici estática. También será testigo de 10.944 amaneceres y atardeceres (nosotros, desde la Tierra, 684).

Además, en este tiempo, se llevarán a cabo un total de 383 experimentos.