La Nova Bocana culmina su eje de restauración y ocio

Los más agoreros vaticinaban un fiasco comercial en todo ese flanco de locales situados a los pies del Hotel W (conocido como Vela), cuyo debut fue algo renqueante hace dos años, cuando parecía demasiado desconectado de la Barcelona y la ciudad en general. Pero el pasado verano cobró vitalidad con la entrada en juego de nuevos y solventes operadores, y este promete ser uno de los grandes reclamos estivales, al haber culminado la comercialización de sus espacios principales. El broche de oro lo pone la entrada en juego del Hotel W. que está a punto de inaugurar el Salt, un multiespacio con restaurante-terraza y chiringuito con acceso directo al mar, además de una zona para eventos y fiestas privadas.

El local del paseo del Mare Nostrum no es uno más. Se trata del espacio que en el 2010 ocupó el fallido beach club Mellow, tras una inversión millonaria y una apertura en solitario. Hace un año fueron otros los que saltaron al ruedo (el exitoso Pez Vela de Tragaluz, el coqueto italiano Mamarosa Beach, el desenfadado Gallito también de Tragaluz...), pero aquel enorme negocio quedó cerrado y a la espera de encontrar el mejor relevo, que algunos grupos de ocio pretendían. Finalmente fue el hotel el que hace unos meses decidió ampliar así su oferta gastronómica, no solo para sus huéspedes (tiene 473 habitaciones), sino también para atraer más público local en busca de espacios donde comer, cenar o tomar algo en primera línea de mar.

Esta nueva apertura, que cierra el círculo abierto por el restaurante-terraza y área de eventos de La Viblia, al otro lado del hotel, dibuja un eje de ocio (se pueden tomar copas hasta pasada la medianoche) y de gastronomía que ya rivaliza con el resto de frentes del litoral. A su favor juega la urbanización del entorno, cuyo novísimo paseo Marítim conecta ya de forma rápida y cómoda la Barceloneta con el mirador de la plaza de la Rosa dels Vents, junto al hotel de lujo. Paseantes, ciclistas, patinadores y usuarios del nuevo tramo de playa han tomado ya la zona.

DE CALIFORNIA / El nuevo local de W se llamará Salt, bajo el lema de «cocina de inspiración californiana con un toque de sal». El director del W, Richard Brekelmans, explica que han buscado una cocina diferente para desmarcarse de las propuestas de otros locales del litoral. Su elección ha sido la cocina de california, donde no faltarán típicos guisos de pescado (cioppino), originales carpaccios, ostras francesas, carne de Wagyu y verduras poco habituales. Como punto marinero, ceviches y pescados del día, apuntan.

El proyecto abarca 900 metros cuadrados, en recta final de obras. Está integrado por un restaurante-lounge al aire libre, donde se sugieren aires californianos y cultura coctelera. Su terraza de 150 metros cuadrados abre todo el día para comer, cenar o tomar algo. Enfrente del mar, y de acceso libre, el chiringuito contará con 180 tumbonas de alquiler, pinchadiscos y estilo chill out desde las 10.00 horas. Por último, un espacio dedicado a actos privados para 450 personas conectado al hotel.