EL FUTURO DE UN EMBLEMA DE LA CIUDAD

Las obras de los nuevos Encants de las Glòries encaran su último año

LO NUEVO Y LO VIEJO 3 Arriba, la singular cubierta de los nuevos Encants que se izará con gatos hidráulicos sobre las rampas que acogerán los negocios y la plaza central de subastas. Abajo, el mercado en la actualidad.

LO NUEVO Y LO VIEJO 3 Arriba, la singular cubierta de los nuevos Encants que se izará con gatos hidráulicos sobre las rampas que acogerán los negocios y la plaza central de subastas. Abajo, el mercado en la actualidad.

XABIER BARRENA
BARCELONA

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Barcelona contará con el mejor mercado de viejo del mundo. Primero porque en el resto del planeta no existe esta pulsión ordenadora tan barcelonesa que obliga a delimitar y acondicionar toda actividad. Camden Town, en Londres, el Rastro, en Madrid, y los Marché Aux Puces parisinos son una abigarrada extensión de puestos en que la ley que los gestiona es poco más que la ley natural. Frente a esto, el modelo barcelonés, una mezcla de algarabía mediterránea y seriedad noreuropea, ha previsto una ubicación especifica y céntrica para este mercado de viejo, los Encants, y la construcción de un edificio singular -que apunta a icónico- espectacular y funcional. Por cierto, muy poco mediterráneo. Lo firma el arquitecto barcelonés (de Madrid) Fermín Vázquez y su estudio, B720. La construcción enfila, justo ahora, su cuenta atrás. Su finalización está prevista para dentro de un año.

El edificio, ante todo, no es tal. Ni tiene plantas, ni tiene cerramientos. Se trata de una larga rampa, de un 6% de pendiente media, que se recoge sobre un gran espacio, conocido como el de la subasta. Por encima de los niveles que crea esa pendiente, un sombrajo de alta tecnología protege a los usuarios del sol. El suelo será de panot, la baldosa típica barcelonesa, precisamente para enfatizar que no se trata de un edificio, sino de una calle o plaza cubierta. «No es un centro comercial -señala Vázquez a EL PERIÓDICO- aunque hayamos tenido que colocar una [solo una] escalera mecánica», sentencia.

La construcción cuenta con dos plantas subterráneas, una la menos 2, exclusivamente para aparcamiento de los clientes, y la otra, la menos 1, como aparcamiento de los comerciantes y almacenes. Las diferencias de cota entre extremos del solar, que pueden ser de hasta seis metros en uno de los catetos del triángulo en que se asemeja el solar, y la pendiente de la rampa dan lugar a un nivel llamado altillo, que también ejercerá funciones de almacenaje de los productos. Luego, desde la plaza donde de madrugada se realizarán las subastas de productos para los comerciantes, la rampa conducirá a un nivel superior, donde, para romper el cul-de-sac se podrá bajar por la ya mencionada escalera mecánica. En estos niveles se situarán los puestos que serán de dos tipos, según su medida: las tiendas y los quioscos.

LA CORONA DE LOS ENCANTS / La joya de la corona es, sin duda, la cubierta que presidirá el edificio. Se trata de una gran superficie formado por paralelogramos y triángulos que se hallan a una cota máxima de 28 metros, más o menos la altura de la cornisa del vecino Teatre Nacional.

La cubierta contará con un doble acabado. La parte inferior, la que se verá desde la zona comercial, será de un reflectante acero inoxidable de color dorado que hará las veces de espejo. En la parte superior, la que será visible en vista aérea, sera de aluminio con una pátina de zinc, que dará al conjunto una aspecto rojizo.

Los pilares se disponen siguiendo la jerarquía de las calles. Así, se acumulan en el lado de la de Castillejos y su perpendicular (aún sin nombre) y la luz entre ellos se va espaciando conforme se avanza hasta la avenida Meridiana. Eso provoca que, hacia esta avenida, el vuelo de la cubierta pueda ser de hasta 20 metros, según explica Cristina Algàs, de B720.

En estos días, en la obra se está encofrando la primera de las rampas en donde se dispondrán las tiendas. Ello significa que se ha alcanzado la cota cero, es decir, que se han levantado ya las dos plantas de aparcamiento. A partir de ahora, el crecimiento será mucho más visible. En primavera, se izarán con gatos hidráulicos las cubiertas -que están siendo fabricadas en taller- en un proceso que será, no hay otra, calculado milimétricamente. La obra acabará en un año. Tras las Navidades del 2012, se trasladarán los comerciantes. Nada impedirá, por tanto, derruir el tambor viario de la plaza de las Glòries. Donde hoy están los Encants pasará la desviación en superficie de la Gran Via. A la espera de que se construyan los túneles...