Cierre de un espacio público

Entrar al parque Güell costará a partir de octubre siete u ocho euros

Los vecinos de la zona tendrán acceso libre todo el día y será gratis para socios

Escolares y turistas, junto al dragón del parque Güell, ayer.

Escolares y turistas, junto al dragón del parque Güell, ayer.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Al final, resultó no ser un farol. La propuesta del equipo municipal de instaurar el cobro de una entrada en el parque Güell, varias veces postergada tanto por el anterior equipo de gobierno como por el actual por las dificultades varias tanto legales como físicas -por el cierre- que presenta, además de por la oposición de ciertos sectores sociales contrarios a laprivatización de un espacio público, ha dado un paso adelante después de que la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona aprobara el proyecto de actuaciones para la regulación de los accesos a la zona monumental del parque.

La medida entrará en vigor, según anunció ayer el municipio, a partir de octubre de este año, quizá para no empezar con los experimentos en temporada alta, cuando el vergel es un hormiguero. La entrada establecida será de siete u ocho euros: siete para quienes realicen la compra con antelación -5,79 más IVA- y ocho -6,61 más IVA- si se efectúa el mismo día de la visita.

Según el proyecto, cuyos detalles se hicieron públicos ayer, el acceso al parque será libre a cualquier hora del día y por cualquier punto para los vecinos de los barrios adyacentes -El Coll, Vallcarca i Penitents, la Salut, el Carmel y Can Baró-, y la comunidad educativa de las escuelas más cercanas. También será gratis para los inscritos en el registro de visitantes del parque, que el ayuntamiento había previsto denominar Club Park Güell, aunque de mantenerse las previsiones iniciales solo se benefician quienes vivan cerca de Barcelona, ya que el carné deberá recogerse a los siete días de acudir a una oficina del centro de la ciudad.

El aforo máximo de la zona monumental será de 800 visitantes por hora, y se añadirá una reserva de 100 entradas para los inscritos previamente en el registro de visitantes del parque -los que entran gratis-, mientras que los vecinos de barrios adyacentes no se verán afectados por este cómputo.

La regulación busca, según el consistorio, «mejorar la calidad de vida de los vecinos y proteger el patrimonio artístico y cultural de la ciudad». La gestión del proyecto -que se someterá a información pública durante 30 días hábiles- comportará, según cifras hechas públicas por el gobierno local, la creación de 50 empleos, mientras los rendimientos obtenidos por la venta de entradas revertirán en el mantenimiento y mejora del conjunto del parque.

La FAVB ve «totalmente inaceptable» la propuesta tarifaria, que, asegura, «parece más una medida recaudatoria que un instrumento para racionalizar el control de flujos». «No ha habido un proceso de participación real», denuncia.