NUEVA TITULACIÓN SUPERIOR

El campus del rock

Font de la Guatlla acoge el primer grado universitario dedicado a los sonidos más duros

Ensayo 8 Galindo (izquierda) y otros dos alumnos del grado de rock.

Ensayo 8 Galindo (izquierda) y otros dos alumnos del grado de rock.

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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En este país el rock ha sido considerado históricamente un género musical menor. Y si un aficionado a las guitarras contundentes se quería dedicar de manera profesional a la música tenía que escoger entre estudiar en el clásico conservatorio o en las escuelas de jazz. Esto último ha cambiado en el curso 2014-2015 con la aparición del grado universitario Rock, nuevas tendencias y músicas urbanasimpartido únicamente por la Escola Superior de Música Jam Session (Montfar, 16), en el barrio de Font de la Guatlla.

El programa de estudios del primer y único grado rockero del estado español consta de 240 créditos repartidos en cuatro años -como Bellas Artes, Diseño, Derecho, Biología y otras carreras- y ha sido aprobado por la Agència per a la Qualitat del sistema Universitari (AQU) y el departamento de Ensenyament. Así, los alumnos que superen todos los créditos obtendrán el Título Superior en Música Moderna en el Ámbito del Rock, con las especialidades de sonología, pedagogía o interpretación.

Un barrio con ritmo

Este acontecimiento histórico ha convertido la Font de la Guatlla en el auténtico epicentro del rock a nivel estatal. El campus universitario se extiende por todo su territorio gracias a la colaboración de las principales entidades del barrio. «Uno de los requisitos para crear una nueva especialidad es tener un campus alrededor de la facultad. Por suerte, los vecinos y entidades como el instituto XXV Olimpíada, Caixa Forum y el Centre Cívic Font de la Guatlla se han volcado cediendo sus auditorios, salas de exposiciones y bibliotecas al proyecto», explica Luis Blanco, director de Jam Session.

El papel de la asociación de vecinos como intermediario con la administración y otras entidades del entorno ha sido fundamental. «El proyecto de Jam Session nos pareció fantástico, muy ambicioso, y lo hemos defendido a capa y espada. No entendíamos por qué encontraban tantas trabas. Ellos (Jam Session) no pedían nada a nadie. Más bien, ofrecían cultura y puestos de trabajo», destaca Lluís Maté, presidente de la Associació de Veïns i Veïnes Font de la Guatlla-Magòria.

Actualmente, Jam Session, en funcionamiento desde 1997 y con estudios homologados desde el 2000, tiene más de 300 alumnos entre sus diferentes cursos y talleres. Solo seis cursan el título superior. «En ningún momento queremos que el rock caiga en el elitismo del jazz, pero se presentaron unas 47 personas y solo seis superaron todas las pruebas», puntualiza el director del centro.

Manuel Suárez y Marc Galindo son dos de los seis alumnos y están encantado con su papel de conejillo de Indias. «Estudié música durante muchos años pero como afición. Al quedarme sin trabajo aproveché para cambiar de profesión. Ahora soy profesor de música y quiero sacarme el título superior», explica Suárez. Su compañero destaca las numerosas salidas profesionales que tienen por delante: «Aquí tocas de todo un poco, aunque yo me estoy especializando en la interpretación de guitarra»,cuenta Galindo.