impacto urbanístico del templo modernista

BCN reduce de 400 a 150 los desalojos de la Sagrada Família

Vista desde la calle de Aragó, donde empezará el vial que llevará al templo de la Sagrada Família.

Vista desde la calle de Aragó, donde empezará el vial que llevará al templo de la Sagrada Família. / periodico

RAMON COMORERA / BARCELONA

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El camino para alcanzar un Compromís per la Sagrada Família, emulando al de la plaza de las Glòries del 2007, que empezaron reclamando los vecinos afectados por la gran avenida de acceso al templo y con el que el ayuntamiento y el alcalde Xavier Trias han coincidido, va haciendo camino. Queda mucho por hacer y también mucho por acordar, pero hay varias comisiones multilaterales que trabajan en ello y el consistorio y el propio patronato de la fundación canónica que impulsa el gigantesco templo modernista, también. Trias destapó al fin en el 2013 la urgencia de abordar el impacto urbanístico y humano de abrir el gran vial Mallorca-Aragó con vistas al 2026, cuando se acabe el templo. Un año después hay propuestas sobre la mesa. La primera y principal, reducir de 400 a un máximo de 150 las viviendas que deberán ser derribadas y sus vecinos realojados. Ahora todos aseguran que el objetivo es minimizar los afectados por esta gran operación urbanística en pleno Eixample.

La próxima semana esta y otras propuestas serán tratadas en la comisión técnica que mantiene el ayuntamiento con los vecinos. El propio teniente de alcalde de Hábitat Urbano, Antoni Vives, dijo públicamente días atrás que se trabajaba para alcanzar esa gran disminución de los pisos, y también locales, que caerán ante la piqueta. La reserva de suelo, con las consiguientes afectaciones durante décadas, que preveía el plan general metropolitano (PGM) de 1976 para construir un paseo de 60 metros de ancho frente a la fachada de la Glòria implicaba la desaparición directa de algo más de 400 viviendas y locales. Si se tenían en cuenta absolutamente todas las fincas fuera de ordenación o con otras afectaciones en la zona, la cifra podía ascender hasta 1.250.

Pero ahora el ayuntamiento ha cambiado los parámetros y estudia abrir un espacio frente a esa entrada principal del templo por la Glòria que «tendrá dientes», como expresaba con claridad ayer una fuente municipal. Esto quiere decir que en el nuevo vial habrá anchuras distintas y se aprovecharán los interiores de manzana. En la calle de Mallorca y frente al templo sí que se afectará una anchura mayor para poder crear la insólita plataforma sobre la calle que conduzca directamente a la puerta principal del templo, tal y como lo concibió Antoni Gaudí. En el resto del vial, este podría oscilar entre una anchura máxima aproximada de 20 metros en los tres tramos cercanos a las calles de València (mar y montaña) y Aragó (montaña). Los interiores de manzana a los que se llegará por los pasos citados doblarán esa anchura.

El ayuntamiento puso en marcha a finales del 2014 una inspección de todas las fincas afectadas por el PGM. Varios arquitectos están recopilando información para redactar un avance de planeamiento. En una fase posterior, señala la fuente municipal, todo el proceso deberá conducir a convocar un concurso para definir el plan urbanístico definitivo, como se ha hecho en las Glòries, recuerda una vez más. Sin duda, esto quedará para el próximo mandato, con las elecciones a dos meses vista.

TRES REQUISITOS / Los vecinos, que se han organizado de forma eficaz con una asamblea de representantes de escaleras afectadas y una comisión negociadora, tienen tres prioridades, según explicó ayer Joan Itxaso, responsable de urbanismo de la Associació de Veïns de la Sagrada Família. La primera que las afectaciones sean las mínimas posibles y con el máximo en las 150 citadas. La segunda, que el realojo de los vecinos de los pisos derribados no tenga ningún coste para ellos y sea cerca. Y la tercera, que en todo el plan se mantenga el suelo para equipamientos que existe en la finca de Agbar de la calle de Mallorca, donde se planea, previa compra municipal, realojar a gran parte de afectados.

Parte de los metros de equipamientos que aquí se pierdan para los nuevos pisos, los vecinos reclaman que se ganen en el antiguo cine Niza de la cercana calle de Provença. Reivindican que se anule la operación en marcha de instalar allí un supermercado, y que ellos han recurrido ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya por incumplir en su opinión varios puntos de la normativa urbanística vigente. Piden que esa parte del Niza, vinculada al interior de manzana que también se abrirá, se destine a equipamientos. Hasta ahora el ayuntamiento no se ha movido, al menos públicamente, en esta cuestión.