CONCESIÓN DE LOS GALARDONES culturales de la capital catalana

BCN premia la «magnificencia» de la nave de la Sagrada Família

La distinción a la arquitectura avala el reencuentro entre el ayuntamiento y el templo

Unos visitantes recorren la nave central de la Sagrada Família el 8 de enero, el primero de los cuatro días de puertas abiertas que organizó el templo.

Unos visitantes recorren la nave central de la Sagrada Família el 8 de enero, el primero de los cuatro días de puertas abiertas que organizó el templo.

RAMON COMORERA / Barcelona

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después de la larga tormenta del AVE no solo ha venido la calma y la recuperación pública del diálogo entre el alcalde Jordi Hereu y el presidente de la Sagrada Família, Joan Rigol, sino también el solemne reconocimiento municipal del trabajo arquitectónico que se hace en el edificio de Gaudí, aunque sin Gaudí. El ayuntamiento dejó ayer de lado la polémica profesional y artística que acompaña desde hace décadas la construcción del templo y anunció la concesión del Ciudad de Barcelona de Arquitectura a la flamante y espectacular nave central estrenada en noviembre con la visita del Papa. El jurado compuesto por cinco arquitectos y expertos en arte dio por mayoría el premio afirmando que «la magnificencia del espacio se impone por encima de los detalles».

El galardón es para la dirección facultativa de las obras que forman seis profesionales: Jordi Bonet, arquitecto director, Jordi Faulí, Carles Buxadé, Jordi Coll, Josep Gómez Serrano y Joan Margarit. A ellos atribuye el jurado en su escueto pero alambicado veredicto lo siguiente: «La nave tiene una estructura que, a tenor del peculiar proceso de su construcción, ha hecho que una solución original haya sido estímulo, cuando no modelo, de muchas estructuras construidas con posterioridad».

La decisión de los arquitectos Carlos Ferrater, Zaida Muxí y Xavier Monteys, del historiador del arte Daniel Giralt-Miracle y de la editora Mònica Gili avala la continuación de las obras a partir de la reconstrucción, con fotos y algunos fragmentos, de las maquetas y planos de Gaudí destruidos durante la guerra civil.

El propio delegado de Cultura, Jordi Martí, reconoció la controversia que rodea al templo cuando al dar a conocer los 17 premios dijo que «seguramente, este dará mucho que hablar». Según Martí, el jurado «ha tenido en cuenta el eco nacional e internacional» del estreno de la nave, «donde se lee aún la obra del genio que fue Gaudí». En los cuatro días de puertas abiertas de enero, 159.000 personas vieron la insólita bóveda, un bosque de columnas petrificado y anegado de luz cenital.

RIGOL Y LA INCOMPRENSIÓN / «El premio es un honor y el reconocimiento de personas muy significadas de la arquitectura hacia una obra de gran calidad, fruto de un esfuerzo rigurosísimo para seguir fielmente a Gaudí», declaró ayer Joan Rigol a este diario. El presidente del patronato añadió que así se reconoce la labor del genio modernista y también la de sus continuadores «que a veces han sufrido una cierta incomprensión».

El arquitecto director adjunto, Jordi Faulí, recordó a «toda la gente que hace muchos años que trabaja para hacer realidad el templo» y dijo que este 2011 se iniciará la sacristía de la fachada de la Passió.