nueva tarifa DE un servicio público

El Bicing se dispara un 15% y ya es el servicio más caro de España

Un joven usuario del Bicing recorre una de las calles peatonales de la Barceloneta aprovechando una tregua de la intensa lluvia de ayer.

Un joven usuario del Bicing recorre una de las calles peatonales de la Barceloneta aprovechando una tregua de la intensa lluvia de ayer.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En esto del Bicing siempre hubo dos bandos, una dicotomía pacífica entre los que piden la gratuidad del servicio para convertirlo en un bien universal y los que consideran que hay que encarecerlo para que la gente lo valore y lo respete, si no por lo que es o aporta, sí por lo que cuesta. El caso es que la bicicleta pública dará la bienvenida al 2011 con una subida cercana al 15%, un aumento de precios que tiene una cierta lógica dentro de la nueva política de fidelizar a los que creen en el sistema y de ahuyentar a los que lo desdeñan.

El aumento de la tarifa se aplicará a partir del 1 de enero en todas las variantes de pago del servicio. El abono anual -nótese que todos los precios se presentan con IVA- pasa de 30,51 euros a 35, una subida del 14,7%; el cargo por usar la bici más allá de la media hora gratuita tendrá un coste de 0,60 euros cada 30 minutos de más, una subida del 18% respecto a los 0,51 euros aplicados hasta la fecha, y el montante a pagar por exceder las dos horas de usufructo de la bici se encarece un 17,76% al pasar de 3,06 euros a 3,60. Lo único que se mantiene, con una leve subida del 1%, es el precio de emisión de un duplicado de la tarjeta (4,12 euros). Con esta nueva tasa, y comprobados los importes que pagan los ciclistas de prestado en otras grandes plazas españolas (Sevilla, Bilbao, Zaragoza, Girona, San Sebastián... ), Barcelona se convierte en la urbe con la bici pública más cara, aunque es justo recordar que es la ciudad que soporta una mayor infraestructura.

Los gestores del Bicing, en el mail que ya han enviado a los usuarios detallando la nueva tarifa, explican que la cuota anual «solo cubre los gastos de gestión y emisión del abono» y recuerdan que el precio «solo había sido revisado en una ocasión a lo largo de cuatro años», subida del IVA al margen. Solo con los cinco euros de más que se cobrará a cada socio al año, la compañía se embolsará cerca de 600.000 euros.

'MANDATO' MOVIDITO / El Bicing cumplirá cuatro años en marzo del 2011. En su primer mandato habrá vivido de todo, incluidos apagones inexplicables, continuos robos, sabotajes varios, vandalismos de todo tipo, problemas de mantenimiento y, sobre todo, serias críticas sobre su adaptación a la ciudad y sobre la actitud forajida de muchos neófitos del pedaleo. Luego está el factor económico. Clear Channel, que se hizo con la contrata por un plazo de 10 años tras ganar un concurso muy criticado por la oposición, pronto se dio cuenta de que la gestión de la publicidad en espacios urbanos poco o nada tiene que ver con la administración de una escudería ciclista de uso público. Los gastos no planificados y un número desorbitado de abonados (llegaron a ser 195.000 hace unos meses), obligaron a BSM, la empresa municipal a la que rinde cuentas esta multinacional estadounidense, a añadir unos cuantos ceros a la partida anual del Bicing. De este modo, en julio del 2009, el ayuntamiento anunció que el presupuesto reservado a la bicicleta pública pasaba de 12 a 16,7 millones de euros, un 40% más de la noche a la mañana.

LIMPIEZA DE SOCIOS / Ahora, tras una limpieza de socios invisibles, el sistema se ha plantado en 115.000 usuarios, cifra aún elevada pero mucho más sostenible. Los esfuerzos para combatir el vandalismo -refuerzo de estaciones, mejoras en la bici y nuevos anclajes para evitar el robo- han dado ciertos frutos, pero el sistema aún renquea. Sin cifras oficiales, fuentes de BSM aseguran que se ha conseguido que las gamberradas «pasen a ser una anécdota» y recuerdan que la bici pública «ha tenido que evolucionar sin ningún referente del que poder extraer un aprendizaje» para la capital catalana.

Con todo, si el ayuntamiento quiere promocionar el transporte público, las subidas del taxi (3,2%), de la tarjeta T-10 (3,7%) y del Bicing (15%) parecen avanzar en dirección contraria al sentido común. El concejal de CiU Eduard Freixedes calificó de «injustificable» la subida y reclamó replantear el servicio y buscar nuevas vías de financiación.