El líder azulgrana

Un 10 en todo

Messi expresa su liderazgo y borra las connotaciones personales de la eliminatoria

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JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Asumir la camiseta con el 10 implica contraer una enorme responsabilidad. Como la del 1, pero de otra índole. Todavía hay números -cada vez menos- que tienen significado en el fútbol y el 10, el de Pelé, Maradona y Messi, designa al mejor. Al referente. Al líder del equipo.

A Messi solo le falta la distinción cotidiana del brazalete para reunir todos los galones en el Barça. Hace años que detenta el liderazgo dentro del campo resolviendo partidos. Casi dos años después de su última comparecencia en la sala de prensa (julio del 2013, con Sandro Rosell de presidente y Tata Martino como entrenador), Leo reapareció ante los micrófonos convertido en un líder del vestuario.  Lo era de obra y ahora lo es también de palabra al expresar un discurso aplomado, sólido, aunque sin la retórica comparable al inagotable talento que desparrama sobre el verde.

Messi situó en su justa medida el significado del duelo. Majestuoso tratándose de una semifinal de la Champions y de la identidad del rival. Leo habló para evitar que otros hablaran por él. Aunque muchos lo hayan hecho ya, situando las coordenadas en el plano personal entre Messi y otros jugadores contra Guardiola. «La motivación es el partido que es, no porque esté Guardiola. Mas allá de los títulos que se consiguieron, con él crecí como jugador y aprendí muchísimo», dijo, en un mensaje inequívoco. Aunque desde su marcha no hayan coincidido -recordó que se encontraron en una gala de la FIFA en Zúrich- ni se hayan telefoneado. Igual que casi todos los compañeros de la época. «Es normal que le hagan un homenaje por todo lo que ganó, por lo que dio y porque es de la casa, pero cuando empiece el partido el público va a alentar al equipo», dijo con naturalidad.

Dos regates

Del mismo modo que sorteó con un regate la presencia figurada de Guardiola, también dribló la aparición de Luis Enrique y las frías relaciones con su actual entrenador desde Anoeta. Lo desmintió hace semanas y remachó la negativa, concediendo al técnico una porción de mérito a la progresión experimentada por el Barça. «El equipo se fue acomodando con el tiempo y el entrenador se fue haciendo con el equipo. Hemos ido de menos a más y estamos con mucha ilusión para conseguir títulos», expuso Messi, que rehuyó la embarazosa comparación entre Guardiola y Luis Enrique.

Cerca de los 28 años (los cumplirá el 24 de junio), Leo ha entrado ya en otro estadio. Fue la promesa, fue la estrella y ahora es un futbolista maduro, capaz de dar un paso atrás como el de ceder un penalti a Neymar, asumiendo que renunciaba a un gol que tal vez le prive de conquistar el Pichichi. Bien peinado, con la raya a un lado, su imagen confiere la seriedad que contrasta el espectacular tatuaje que ha quedado al descubierto con la manga corta de la camiseta.

El simbolismo

Primero se dibujó la cara de su madre Celia en el omóplato; luego las manos de su hijo Thiago en el gemelo. Ahora luce un resumen vital que recorre todo el brazo derecho. No falta su alusión a Barcelona, «su lugar en el mundo», explicó el tatuador. Roberto López, el artista en quien ha confiado Messi, desveló ayer que junto al codo «hay un fragmento de un ornamento que está en una ventana de la Sagrada Familia». Fue un encargo explícito del futbolista, aseguró López a Rac 1. También pidió un reloj y una flor de loto.

Dos años después, el Bayern se encontrará otro Messi. Más fuerte y musculoso, en mucho mejor estado de forma, y sin los rescoldos de la lesión muscular que le tuvo a medio gas entonces. Deseoso de reparar aquel negro recuerdo resumido en el 0-7 total de aquella eliminatoria. «Las lesiones no fueron excusa entonces y no lo serán ahora. Somos equipos demasiado grandes y con plantel de sobras», argumentó Messi. Preparado para una eliminatoria «durísima» y con el hambre alimentada con dos temporadas de ayuno. Con Neymar y Suárez, el reto es repetir los logros que consiguió con Henry y Etoo. Messi es el nexo de ambos tridentes. Regateó de nuevo la comparación. Hasta que el triplete del 2009 se renueve en el 2015.