Natàlia Pelegrín

El curso 2012-1013, esta estudiante de primero de Psicología de la UB cursaba segundo de bachillerato y su profesor de lengua española propuso a la clase escribir una carta a un diario. Publicarla suponía subir un punto la nota. «Mi padre me dijo que no me desanimara, que publicar en un diario era muy difícil; imagínate participar», explica entre risas Natàlia, porque su carta, en la que abordaba la crisis a través de la experiencia de su madre como asistenta social, apareció destacada en la sección de cartas de EL PERIÓDICO. Ese fue el inicio de su relación con este diario. Meses después, cuando Natàlia estaba atrapada en la vorágine de la selectividad, el diario le propuso participar en un debate junto a otros jóvenes que como ella acababan bachillerato y otros que se licenciaban. «Fue tremendo, acabé el último examen de selectividad y salí corriendo hacia el diario para participar en el debate», explica Natàlia, que recuerda aquel día entre los nervios de quien se juega su futuro y la ilusión de participar en el diario. Como lectora novel de EL PERIÓDICO valora positivamente  la participación de los lectores en el diario «Me parece interesante que nos den la oportunidad de que se escuche nuestra voz». Y  agradece  que la participación se haya hecho extensiva a los jóvenes con temas de su interés. «Creo que nosotros tenemos muchas cosas que decir».