Guardiola, leyenda

29/04/2012. EL PERIÓDICO despedía con un encendido elogio al entrenador que había llevado al Barça a las más altas cotas de éxitos deportivos y de admiración en todo el mundo.

Guardiola, ensu despedidadel Camp Nou.

Guardiola, ensu despedidadel Camp Nou.

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Aunque temida desde hacía muchos meses, la marcha de Pep Guardiola como entrenador del FC Barcelona al término de la temporada tiene un impacto emocional con muy pocos precedentes en la historia del club. En sus cuatro años en el banquillo azulgrana, el técnico ha sido la pieza clave de un grupo humano que ha proporcionado al Barça la etapa más brillante de su centenaria trayectoria. Los méritos de Guardiola, sin embargo, trascienden el ámbito del club: la inmensa mayoría de los expertos del fútbol mundial, empezando por los propios entrenadores, han subrayado su condición de renovador a fondo de un juego/espectáculo que apasiona a millones de personas en todo el planeta. Pocos se atreven a negar hoy que Guardiola ha devuelto al fútbol gozosas señas de identidad primigenias como el predominio de la técnica y el juego de ataque.

Es cierto que el técnico de Santpedor ha tenido la suerte de contar con un grupo excepcional de jugadores y que ha recogido los frutos de una modélica política de cantera iniciada muchos años atrás. Pero también que sin su talento, su capacidad de gestión y su dedicación absoluta los éxitos del Barça de estos años no habrían sido tan descomunales. En junio del 2008, muchos barcelonistas acogieron con escepticismo su nombramiento como entrenador por la junta de Joan Laporta, pero hoy solo los muy ignorantes o los muy resentidos pueden cuestionar el acierto de aquella arriesgada decisión.

Las explicaciones del técnico sobre su renuncia -el desgaste emocional y la pérdida de energía como catalizador de la plantilla- son sólidas y respetables. Una de las virtudes de Guardiola ha sido tener presente en todo momento la provisionalidad de su trabajo. Lo recordó públicamente incluso en los días de mayor euforia deportiva, por lo que su marcha resulta coherente. Como coherente, aunque inesperada, es la designación de Tito Vilanova para que tome el relevo, muestra suprema de la apuesta de la directiva por la continuidad. Pero la impronta personal de Guardiola en el Barça no ha terminado. Como jugador dejó una profunda huella y como entrenador se ha convertido en una leyenda. ¿A quién le extrañaría que dentro de unos años optase a presidir el club?