Los autores del atentado de Bruselas querían atentar en París

Mohamed Abrini, el 'hombre del sombrero', confiesa que las redadas policiales forzaron un cambio de planes

Mohamed Abrini y el 'hombre del sombrero'

Mohamed Abrini y el 'hombre del sombrero' / periodico

EVA CANTÓN

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Bélgica parece haber resuelto el misterio del ‘hombre del sombrero'. Mohamed Abrinidetenido este viernes en el barrio bruselense de AnderlechtAnderlecht ha confesado este sábado ser el tercer sospechoso del atentado suicida cometido por dos kamikazes en el aeropuerto de Zaventem el pasado 22 de marzo.

Según la información proporcionada por la fiscalía federal belga, Abrini también ha reconocido haber dejado una bolsa llena de explosivos en el aeropuerto antes de darse a la fuga caminando. Luego tiro a una papelera la chaqueta clara con la que aparecía en la imagen grabada por las cámaras de seguridad del aeropuerto y vendió su ya famoso sombrero.

Abrini era un viejo conocido de la policía, un ladrón reincidente apodado ‘Brioche’. Un belga de origen marroquí de 31 años que se crió en el barrio bruselense de Molenbeek, amigo de la infancia de Salah Abdeslam y de su hermano Brahim, dos de los terroristas del comando que acribilló a balazos las terrazas del este parisino el 13 de noviembre del 2015.

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Brahim saltó por los aires en uno de los cafés de la capital francesa, pero Salah se negó a correr la misma suerte e inició entonces una huída que terminó con su detención en Bruselas el pasado 18 de marzo, arresto que pudo precipitar, o alterar, los planes para volver a atentar.

CAMBIO DE PLANES

Según el diario ‘L’Echo’, Abrini le habría dicho al juez instructor que los comandos del 22 de marzo pretendían golpear de nuevo en París y que la redada llevada a cabo en Bélgica en el marco de la investigación del 13-N les llevó de manera precipitada a hacerlo en Bruselas, una información que la Fiscalía no ha confirmado.

Poco antes de la matanza de París -los días 10 y 11 de noviembre- Abrini hizo varios viajes de ida y vuelta entre Bruselas y París con los hermanos Abdeslam para alquilar los zulos que usó el comando en los atentados de la capital francesa. Las imágenes de las cámaras de una gasolinera de Oise, al norte de París, donde aparece junto a Salah Abdeslam, ponen a la policía tras su pista.  

Esa misma labor de acompañante la repitió meses después al viajar en taxi junto a los dos kamikaces de Zaventem desde el piso de la calle Max Roos, en el barrio de Schaerbeek, donde los investigadores hallaron su ADN, el mismo que encontraron en el piso de Forest que sirvió de escondrijo a Abdeslam.

Emerge así la conexión entre los atentados de París Bruselas convirtiendo a Abrini en una pieza clave del aparato logístico. La Fiscalía belga le acusa de participar en un grupo terrorista y de asesinato y ha decretado su ingreso en prisión.

EL SEGUNDO HOMBRE DEL METRO

En la operación policial de este viernes han sido detenidas otras cuatro personas, entre ellas Osama Krayem, alias Naim Al Ahmed, igualmente inculpado por asesinato terrorista y principal sospechoso de ser “el segundo hombre” que se puso en contacto con el kamikace del metro de Maelbeek.

A Krayem, nacido en la ciudad sueca de Rosengard –la misma en la que creció el futbolista Zlatan Ibrahimovic- se le vió en un centro comercial comprando las bolsas que se usaron en la doble explosión del aeropuerto de Bruselas, según la Fiscalía belga.

La prensa sueca cuenta que es hijo de una familia normal de musulmanes suecos que sufrió una radicalización repentina. Se fue a combatir a Siria y volvió a Europa en septiembre del 2015 a través de Grecia. Desde allí viajo a Alemania, donde un coche alquilado por Abdeslam le llevó a Bélgica en octubre.