CATÁSTROFE AÉREA EN EL SINAÍ

Rusia cancela todos sus vuelos con Egipto

Personal de la embajada británica en el aeropuerto.

Personal de la embajada británica en el aeropuerto.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Rusia ha suspendido desde este viernes todos sus vuelos a Egipto, hasta que se conozcan las causas de la caída del Airbus A-321, que se estrelló en el Sinaí el pasado sábado. La recomendación partió del Servicio Federal de Seguridad, FSB (antiguo KGB), el espionaje ruso, y fue aceptada por el presidente Vladimir Putin. El Kremlin ha ordenado además la evacuación de unos 45.000 turistas rusos, que se encuentran de vacaciones en el país árabe. El cambio radical del presidente Putin se produjo un día después de la conversación telefónica que mantuvo con el primer ministro británico, David Cameron, sobre las circunstancias del siniestro.

Los investigadores británicos y norteamericanos están cada vez más convencidos de que en el aparato había una bomba que estalló poco después de despegar. Moscú había calificado la tesis del atentado de puras «especulaciones». Ayer el portavoz presidencial advirtió que la cancelación de los vuelos, --no solo a Sharm el Sheij, sino a todo Egipto-- no significa que el terrorismo haya sido necesariamente la causa, pero está claro que empieza a aceptar esa tesis. A la espera de que se completen los resultados de la investigación sobre los restos del aparato, los investigadores británicos dicen tener pruebas de que el Estado Islámico (EI) logró colocar una bomba en la bodega del avión ruso antes de que partiera de Sharm el Sheij.

Dos diarios londinenses, 'The Times' y 'The Telegraph', informaron que espías británicos y americanos interceptaron mensajes y conversaciones telefónicas de los yihadistas entre Siria y Egipto, grabadas antes de la catástrofe. Los mensajes probarían que el artefacto fue introducido en el aparato junto a los equipajes. También se ha sabido que en el fin de semana del siniestro, dos hombres lograron burlar las vallas de seguridad de otro aeropuerto muy turístico del mar Rojo, Hurgada, y fueron detenidos cerca de la pista de aterrizaje. Londres ha anunciado que enviará un pequeño grupo de militares a Egipto para vigilar a los extremistas en la región.

AVIONES LIMITADOS

A media tarde de ayer llegaron al Reino Unido los primeros turistas británicos evacuados de Sharm el Sheij en una jornada caótica. El plan de evacuación no funcionó como se esperaba. Las autoridades egipcias limitaron drásticamente el número de aviones, dispuestos para repatriar a los 20.000 británicos que desde el miércoles tratan de volver a casa. De los 29 aparatos listos para la operación retorno, solo dejaron partir a nueve. La capacidad del aeropuerto -explicaron- es limitada y las pistas estaban saturadas. También se quejaron del elevado volumen de los equipajes, que por razones de seguridad están siendo facturados y embarcados por separado.

Los frustrados pasajeros se enfrentaron en el aeropuerto al embajador británico, John Casson. La mayoría tuvieron que volver al hotel, después de horas de informaciones contradictorias e inútiles esperas. La decisión de Rusia de evacuar a sus ciudadanos hace sin embargo prever mayores complicaciones logísticas en un aeropuerto de modestas dimensiones. Además, Egipto afronta una nueva preocupación: es el destino de vacaciones más popular entre los rusos. Sin ellos, la industria del turismo egipcio está acabada.