CAtalunya-europa, un incierto viaje a debate

«Quiero pensar en una actitud democrática »

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MARTA LÓPEZ

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E. H.: Con lo que conocemos del Gobierno español, de diferentes partidos e instituciones del Estado, ¿es factible desde su punto de vista un acuerdo con el Estado para declarar la independencia?

A.A. : A día de hoy, no. Pasado el 27 de septiembre, no lo sabemos. Quiero pensar que habrá una actitud democrática, pragmática incluso, inspirada por la realpolitik, como ha sucedido en la historia europea en los últimos años. Cualquier otro escenario, cualquier escenario de transición difícil, abrupta o incluso de enfrentamiento es un escenario en el que todos salen perdiendo, empezando por España. España ha preocupado y sigue preocupando mucho a la Unión Europea y de esto he sido testigo. Y ahora por suerte España ha reencontrado el crecimiento económico, aunque muy frágil, y es una fuente de estabilidad, nadie quiere entrar en escenarios de inestabilidad política que inevitablemente tendrían consecuencias internas de inestabilidad económica.

I. G.: Es difícil replicar cuando todo se basa en un acto de fe. No se puede convertir todo el estado de derecho en el discurso que en estos momentos repite el delegado de la Generalitat en Bruselas de «mire, todo lo que nosotros pedimos no tiene cabida en los tratados, pero como somos nosotros, somos así de buenos, como somos catalanes, como lo habrá pedido el Parlament de Catalunya, ya nos lo darán». Catalunya está en una situación de simulador de vuelo, en la que todo es bonito porque todo es artificial, porque todo es falso y porque todos los parámetros los ha construido la Generalitat y los ha trasmitido a través de los medios oficiales. Pero la realidad es otra. La Unión Europea está basada en el derecho. Los tratados dicen lo que dicen. El Tratado de Lisboa dice muy claramente que la Unión Europea defiende la integridad territorial de cada uno de sus miembros. Lo dice expresamente el artículo 4.2. Y dos: la Unión Europea defiende el estado de derecho en cada uno de sus miembros. Por lo tanto, el sueño de creer que una serie de ciudadanos de la UE, violentando el estado de derecho de allí donde viven conseguirán el apoyo de la Unión Europea, es un sueño porque a partir de ese momento la Unión Europea perdería toda legitimidad.

E.H.: El informe del Consell

Assessor per la Transició Nacional de Catalunya plantea cuatro escenarios sobre la independencia de Catalunya.

I. G.: Los cuatro escenarios están bien planteados porque son efectivamentre correctos. Y de ellos, el segundo entra en el tema de si se hace con acuerdo o sin acuerdo. Catalunya se declara independiente y, como tal, dice el informe, automáticamente deja de ser parte de la Unión Europea. Pero el discurso oficial se salta el matiz de que el hecho de que te declares independiente no te hace Estado. Con el sueño de que te reconozcan como Estado, en ese momento estás fuera de la Unión Europa -dice el señor Carles Viver Pi-Sunyer [coordinador del informe]- pero como la Unión Europea te quiere, como considera que necesitamos un procedimiento especial, rápidamente se modifican los tratados, que significa que 28 parlamentos, entre ellos el de Madrid, modifican los tratados para que Catalunya quede incorporada. Hay un proceso rápido. Esto contra España es imposible. Imposible la idea de pensar que los 28 parlamentos de la Unión Europea votarán a favor de Catalunya contra España.

A. A.: He puesto a disposición de los lectores este y otros informes para que los puedan leer tal como están escritos y no como los ha presentado el señor Guardans (véase la web del diario). Yo tengo mucho contacto en Bruselas con diplomáticos, con altos funcionarios de las instituciones y muy a menudo en mis conversaciones del día a día empezamos hablando de Catalunya y acabamos hablando de España. Porque España todavía inquieta, inquietan los usos, las formas, el menosprecio del papel de las instituciones e incluso de la Generalitat. H