Mamarazzis: la 'wakacronología' de la separación

Una noche a mediados de noviembre de 2021. Bar La Traviesa de la calle Tuset de Barcelona. Una fiesta. Chico conoce a chica. Se gustan y surge una química especial entre ellos. Pasan unos días sin verse y vuelven a coincidir. Él tiene pareja desde hace más de 10 años y una familia. Ella, soltera, acaba de salir de una relación. Él, deportista de élite y estrella mediática. Ella, estudiante de protocolo, Wedding planner en prácticas y promotora eventual de una discoteca. Podría ser el argumento de la serie romanticona de moda, pero para Gerard Piqué y Clara Chía, sin ellos saberlo, fue el inicio de su relación. 

Estamos en diciembre. La pareja Shakira-Piqué hace aguas y la crisis ya es más que cruda. Ella propone hacer terapia de pareja, él no cree que exista remedio ni solución. El futbolista comienza a tener sentimientos hacia Clara y es correspondido, pero es reacio a dejarse llevar y tomar una decisión que le pueda alejar de sus hijos. Shakira empieza a tomar conciencia de que una tercera persona está interfiriendo en su relación. La cantante sufre y la convivencia se convierte en insostenible. Llega el mes de febrero y, después de algunas citas secretas como amigos, Clara es contratada en la empresa de Gerard para un puesto junior en el departamento de eventos. Las oficinas de Kosmos se convierten en el lugar de encuentro de la pareja y es en ese momento cuando los jóvenes se enamoran e inician una relación sentimental. Clara siente auténtico pavor a ser descubiertos y oculta la relación a su entorno. Gerard hace lo propio para proteger a sus hijos y a su nueva ilusión. Salvaguardar y preservar el anonimato y la intimidad de Clara se convierte también en una de las prioridades del blaugrana.

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17 de marzo. Piqué, sigiloso, abandona el domicilio familiar, en la urbanización Ciutat Diagonal de Esplugues de Llobregat, y regresa a su antiguo y lujoso piso de soltero en la calle Muntaner. Ya no hay vuelta atrás. En abril, la separación de Shakira y Piqué es ya un secreto a voces que se propaga a una velocidad que los protagonistas no pueden controlar. El 1 de junio, salta la 'scoop' y en 'Mamarazzis' anunciamos la noticia de la separación y una presunta infidelidad por parte del futbolista. El 4 de junio llega el comunicado y, con él, la primera piedra en el camino: Shakira toma la delantera y no cuenta con Piqué para la redacción del mismo, pese a que él llevaba ya un tiempo rogándole hacer pública la separación. El culebrón está servido y en medio de la tormenta aún nos hallamos.

Sin declaraciones

Tanto Shakira como Gerard Piqué han aguantado como auténticos jabatos el escrutinio de los pormenores de su relación. Resignados, han llevado como han podido el ser retratados e interrogados cada vez que asomaban por la puerta de su casa. Ni desmienten ni confirman informaciones, ni se suman a las polémicas con declaraciones. De momento, debemos conformarnos con las filtraciones interesadas por parte de los entornos para lograr bascular la balanza a su favor. El acuerdo por la custodia de los pequeños está siendo el gran obstáculo para mantener la cordialidad de la expareja y los dos 'bandos' juegan sus cartas para ganar adeptos. No olvidemos que Shakira pretende llevarse a los niños a Miami y Piqué lucha por evitar separarse de ellos.

Esta misma semana los abogados de ambas partes, Tamborero Abogados y Pilar Mañé, bufetes que representan al futbolista y a la cantante respectivamente, han vuelto a reunirse para cerrar algunos flecos. Si bien la negociación ha pasado por momentos realmente tensos, el acuerdo está ya muy cerca y, aunque no hay aún nada firmado ni oficial, los hijos de la pareja permanecerán escolarizados en Barcelona, al menos este curso.

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