«Me siento estafado»

Juan Britapaja tiene 62 años. Trabajaba como metalúrgico en Nissan, hasta que se jubiló hace cuatro años.«La empresa jubilaba obligatoriamente a los 55 años pero me permitieron trabajar tres años más», explica. Aún así, al ser una prejubilación, su pensión se vio reducida en un 30%. Juan cobra unos 1.500 euros. Estos son los únicos ingresos que entran en su casa. Y con ellos tiran adelante él, su mujer, Ángela Utrilla -ama de casa de 62 años- , y su hijo, Sergio, de 37 años, en paro desde hace cuatro y que no recibe ningún tipo de prestación.

«Me siento engañado», afirma Juan cuando se le menciona el tema de las pensiones. Para él, la pensión no es un privilegio, sino un «derecho adquirido», ya que ha trabajado y cotizado a la Seguridad Social durante 40 años. Él siempre había trabajado, cotizado y pagado con la ilusión de tener un retiro relajado como le había visto vivir a sus padres. Se sentía afortunado, pero hace tres años, asegura, empezó a notar una pérdida de poder adquisitivo.«Nos limitamos a vivir, comer y vestir, y con mucho cuidado», explica. Ni viajes, ni cine, ni teatro, ni salidas... Le preocupa que las pensiones no se revaloricen en función del IPC, sino en función de los ingresos y gastos de la Seguridad Social.«Si seguimos perdiendo un 2,5% de poder adquisitivo cada año, ¿cómo estaremos dentro de 10?», se pregunta. Y puestos a ser negativos, Juan se refiere a un temido nuevo aumento del IVA para concluir:«Tendremos que volver a los años 30 del siglo XX, sopa todos los días».

Es el punto de vista de alguien que dice sentirse decepcionado. Teme por él, pero también por su hijo.«Hay una generación de entre 35 y 45 años que no cobrarán pensión porque ni siquiera les dan la opción de trabajar», se lamenta.

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Gobierno equivocado

Y su indignación aumenta cuando se le mencionan medidas como la de aumentar la edad de jubilación u otra de las novedades incluidas en el informe de expertos, como tener en cuenta la esperanza de vida para calcular la pensión. Según Juan, el Gobierno se equivoca con estas medidas.«No tienen en cuenta en esos cálculos que de aquí a unos años muchos españoles no tendrán opción de cobrar una pensión porque el problema no está en los cálculos sino básicamente en que no hay trabajo», argumenta este jubilado. Él lo tiene claro:«No se han cargado las pensiones, pero es como si lo hubieran hecho».