El debate financiero en Europa

El Gobierno excluye financiar un banco malo pese a las bolsas

ELISEO OLIVERAS
BRUSELAS

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El Gobierno descarta en principio la financiación pública para la creación de un eventual banco malo en España que concentre los activos inmobiliarios dudosos y confía en que las provisiones impuestas a las entidades permitirán resolver el problema, según explicó ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, en Bruselas, tras reunirse con el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, y participar en el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE).

La eventual creación de ese banco malo inmobiliario es una decisión que compete exclusivamente a las propias entidades financieras, precisó Guindos, por lo que no deben esperar financiación pública para ello. Las declaraciones se produjeron en una jornada especialmente negativa para los bancos españoles en la bolsa ante la desconfianza que genera sus activos inmobiliarios problemáticos, que ascendían a 170.000 millones de euros a finales del 2011. El aval del Irlanda a las deudas inmobiliarias de los bancos arrastró el país a la insolvencia, con un déficit público del 35% del producto interior bruto (PIB).

DECISIÓN DE LAS ENTIDADES / El papel del Gobierno y del Banco de España «es fijar las reglas» para que se produzca el proceso de provisiones y liquidaciones de los activos inmobiliarios dudosos, explicó el ministro. Una eventual segregación de esos activos fuera del balance de los bancos «dependerá de los planteamientos que hagan las propias entidades», insistió Guindos, desvinculando completamente al Gobierno de la creación o no de ese banco malo.

El papel del Gobierno, subrayó Guindos, fue fijar las provisiones mínimas de 54.000 millones que deberán realizar bancos y cajas para sanear sus activos inmobiliarios, pero excluyó que haya ayudas públicas para segregar esos activos dudosos porque las valoraciones se han realizado a «precios de mercado».

La decisión gubernamental de obligar a las entidades financieras a aprovisionar el 80% del valor de sus activos en suelo inmobiliario, el 65% de las promociones sin acabar y el 35% de las viviendas acabadas «permitirá que vayan vendiendo esos activos a unos precios reales de mercado», según el ministro. «Como la valoración es la correcta, se trata de operaciones de mercado», insistió Guindos para excluir de nuevo una financiación pública en el saneamiento de los activos inmobiliarios. El principal problema son los activos de suelo, explicó Guindos. La provisión media del 35% para la vivienda acabada «es próxima a los precios de mercado», aseguró.

Las entidades financieras tienen hasta final de año para efectuar esas provisiones, pero algunas ya han completado el proceso, destacó Guindos. Las provisiones y el saneamiento de los activos bancarios contribuirán a «reducir los balances de los bancos y su exposición al inmobiliario» y además les permitirá «dedicarse a ser bancos y no a ser inmobiliarias», añadió el ministro.