Los protagonistas

Papandreu anuncia un referendo para las reformas

El primer ministro griego pide el consenso nacional para el plan de ajuste

El jefe de la oposición, Antonis Samarás (derecha), abandona el estrado mientras Papandreu revisa papeles.

El jefe de la oposición, Antonis Samarás (derecha), abandona el estrado mientras Papandreu revisa papeles.

EL PERIÓDICO
ATENAS

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El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, anunció ayer un referendo en otoño para introducir cambios en el sistema político y administrativo, en un intento de templar el descontento en la calle. Papandreu calificó ayer en el Parlamento estos cambios de «necesarios para terminar con las raíces de los problemas que trajeron la crisis a Grecia».

La reforma prevista tiene como objetivo corregir la corrupción, la evasión de impuestos, la fuga de capitales y los privilegios de los diputados y altos funcionarios. Esos temas están en el centro de las críticas del movimiento griego de los indignados, que desde hace casi un mes protestan de forma pacífica a diario ante el Parlamento, y en otras muchas plazas. Así, después de haber tratado de imponer el orden en su partido con una remodelación del Gabinete, Papandreu trata de rebajar el descontento popular.

En su intervención de ayer, reconoció que «el sentimiento de injusticia entre el pueblo (...) puede hacer explosionar todo el sistema político actual debido a la creciente percepción de que la mayoría de las medidas de austeridad las soportan quienes menos tienen».

LIQUIDEZ DEL ESTADO / Reiteró, al inicio del debate de tres días, previo a la votación de la moción de confianza, la necesidad de un consenso nacional para aplicar las duras medidas de ahorro que «son la única manera de garantizar la liquidez del Estado».

«Si no cobramos el quinto tramo del rescate, de 12.000 millones de euros, nos quedaremos sin fondos pronto» y no se podrán pagar los sueldos ni las pensiones, subrayó. Las nuevas medidas, con recortes en los salarios públicos y subidas de impuestos, además del despido de funcionarios, aumentarán una cifra de desempleo ya situada en el 15,9 % y reducirán los ingresos estatales.

«Ya era conocido hace un año», afirmó, cuando Grecia recurrió a la ayuda de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que el rescate de 110.000 millones «no iba a ser suficiente», por lo que se negocia otro «similar».

Papandreu subrayó que pese al éxito en la aplicación del primer plan de ajuste, «Grecia no podrá regresar a los mercados financieros en el 2012 para financiar su deuda».

Ante esta situación y sin alternativas a los recortes para evitar la quiebra, reiteró a la oposición la necesidad de consenso, y apeló a sus

correligionarios a refrendar las medidas de ahorro y privatizaciones por 78.000 millones hasta el 2015. En caso de superar el voto de confianza mañana martes luego tendrá que lograr que sus colegas socialistas aprueben la nueva oleada de medidas de ajuste.

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