Primeras decisiones

La nueva directiva de Josep Maria Bartomeu ha tomado las primeras decisiones tras la toma de posesión. En el ámbito deportivo, acordó el nombramiento de Robert Fernández como secretario técnico del primer equipo, confirmando así los rumores durante la campaña. La otra designación fue la de Josep Segura como secretario técnico del fútbol formativo profesional, es decir, el que afecta al Barça B, y los dos equipos juveniles, el A y el B.

Curiosamente, no se ha producido el nombramiento de Gerard López como entrenador del filial, algo que se daba por hecho. También se oficializó un nuevo cargo para Ariedo Braida y Carles Rexach, responsables del scouting internacional y estatal, respectivamente, quienes estarán bajo las órdenes de Albert Soler, director de deportes profesionales.

CARDONER, HOMBRE FUERTE

En lo que se refiere a la junta, Jordi Cardoner confirma el papel relevante adquirido durante la campaña y se convierte en vicepresidente primero y responsable del Área Social. Carles Vilarrubí será el vicepresidente segundo (Relaciones Internacionales e Institucionales); Jordi Mestre, vicepresidente tercero (Área Deportiva); Manel Arroyo, vicepresidente cuarto (Márketing y Comunicación), y Susana Monje, a su vez, adquiere también una función de relavancia como quinta vicepresidenta y responsable del Área Económica. Hubo además seis nuevas incorporaciones a la directiva: Jordi Calsamiglia, secretario (tenía el mismo cargo en la gestora); Enrique Tombas, tesorero; Maria Teixidor, vicesecretaria; y Emili Rousaud, Oriol Tomàs y Xavier Vilajoana, vocales los tres.

SOLO PRENSA DEL CLUB

El traspaso de poderes se llevó a cabo en un acto sencillo, sin medios de comunicación (excepto Barça TV) pero «relevante», como destacó Ramon Adell, presidente de la gestora, quien durante la campaña se convirtió en blanco de las críticas por excederse en sus funciones, a entender de dos de los cuatro aspirantes, especialmente en el fichaje de Arda Turan. Ayer, sin embargo, volvió el fair-play, como evidenció la presencia de Agustí Benedito y Toni Freixa en la toma de posesión, así como de los precandidatos Jordi Farré, Jordi Majó y Joan Batiste.

De Joan Laporta no hubo ni rastro. No acudió ni como presidenciable ni tampoco en calidad de expresidente. Se marchó el sábado del Camp Nou con el 75% escrutado, subió al coche y desapareció. Sí estuvo más visible esta vez Sandro Rosell en el palco del estadio. Irrumpió casi de incógnito el sábado para votar, a primerísima hora, y ayer se dejó ver junto a los también expresidentes Agustí Montal, Joan Gaspart y Enric Reyna. No, no estuvo Josep Lluís Núñez, que sigue cumpliendo condena en régimen de semilibertad por un delito de soborno y que hace labores sociales en la fundación del Pare Manel, junto a su hijo, como terapia de rehabilitación.

Bartomeu, investido ya como el presidente 47º del Barça, con un mandato de seis años por delante, explicó que el resultado de las elecciones le permite «llevar a cabo un programa ambicioso para seguir haciendo del Barça el club número uno del mundo». El mandatario, que hoy vuela hacia EEUU para unirse al equipo, pidió a todos los barcelonistas ir «juntos y unidos».

COLABORACIÓN

También valoró la «gran participación» en los comicios, «a pesar de ser julio y un día sin partido». Aprovechando la presencia de Benedito y Freixa, les avanzó: «Queremos incorporar las cosas buenas de vuestros programas».

Tras la ceremonia, Bartomeu se reunió con la junta, aunque la primera confirmación de una de las decisiones previstas llegó curiosamente del otro lado del Atlántico mientras la junta andaba aún reunida. «Robert y Luis Enrique se conocen desde hace tiempo y hay una voluntad común de trabajar juntos y de construir un equipo competitivo para seguir ganando títulos», soltó Albert Soler desde Los Ángeles, avanzándose a los nombramientos de la junta, que horas más tarde certificó a través de una nota del club que Robert Fernández era ya el nuevo secretario técnico.