El derbi barcelonés

La fábrica perica se ha quedado pequeña

Aficionados del Espanyol, en Cornellà-El Prat, durante un partido de esta temporada.

Aficionados del Espanyol, en Cornellà-El Prat, durante un partido de esta temporada.

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Septiembre del 2001 fue un mes muy especial para el Espanyol. El club barcelonés inauguraba por fin la ciudad deportiva de Sant Adrià después de años de peregrinación por muchos campos de Barcelona. Manel Casanova, el hombre clave en la explosión del fútbol formativo, siempre ironizaba sobre la extensión de su ciudad deportiva, «la más grande del mundo: un año llegamos a entrenar en 17 campos». Tres meses después de la puesta en marcha de la fábrica deSadrià, Paco Flores, por aquel entonces técnico del primer equipo, hacia jugar a ocho canteranos ante un Barça que solo utilizó a cuatro (2-0).La quinta de la Intertotomostraba sus garras por la crisis económica de la entidad. Desde entonces, todos los entrenadores que han pasado por el Espanyol han contado con canteranos. Miguel Ángel Lotina, Ernesto Valverde y Bartolomé Márquez jugaron contra el Barça con seis y siete canteranos.

Mauricio Pochettino, el actual técnico, ha mantenido la misma política. El año pasado el argentino contó con siete chicos de la base para enfrentarse al Barça de Guardiola, que utilizó a nueve. Un éxito de las dos canteras de Barcelona, que se diferencian fundamentalmente en la inversión económica. El Barça invierte 20 millones mientras que el Espanyol ha reducido esa inversión a cuatro por la crisis económica, en una decisión criticada en el entorno al entender que es un paso atrás porque el futuro del primer equipo pasa inexorablemente por la cantera.

El fútbol base perico ha perdido hegemonía en el fútbol catalán desde hace dos años y el Barça se ha vuelto a distanciar tras una década de igualdad (este año se ha llevado a seis jugadores deSadrià). Los mejores entrenadores y preparadores físicos se han marchado. Luis Fradua, fichado hace un año para dar forma a la base perica, dejó el club en noviembre ante la falta de sintonía con los responsables del área deportiva.Sadriàse ha quedado pequeña, pero sigue haciendo milagros. Pero necesita con urgencia un empujón económico para volver a competir otra vez de tú a tú con el Barça.